Córdoba

Córdoba se enfrenta a su encrucijada

  • José Antonio Nieto, al frente del PP, parte como favorito y en busca de una mayoría de gobierno suficiente que impida la posibilidad de un pacto de izquierdas que lo desaloje del poder.

Córdoba en su encrucijada. No muy distinto lo que allí ocurre a lo que sucede en sus pares andaluzas, pero con sus particularidades, como es lógico. La ciudad, en todo caso, parece abocada tras el recuento de mañana por la noche a abrir una nueva etapa en la que dos partidos emergentes se da por hecho que entrarán en el plenario. La gran pregunta, como en casi todas las capitales andaluzas, es si el PP conseguirá mantener la histórica mayoría absoluta que logró por vez primera en 2011, aunque las encuestas avanzan que tal caso no se dará. Todas indican, eso sí, que los populares obtendrán una mayoría clara, aunque habrá que ver si suficiente como para formar un gobierno y evitar pactos por la izquierda. Como mínimo se espera que cinco formaciones consigan al menos un edil, y no se descarta para nada que se llegue incluso a las seis.

Tras el reto de la absoluta, o cuando menos de una "mayoría suficiente" como él suele decir, emprendió el alcalde, José Antonio Nieto, una intensa campaña electoral hace un par de semanas. Tras un mandato escaso en inversiones y más centrado en sanear las cuentas que recibió hace cuatro años del cogobierno de IU y PSOE que de otra cosa, el regidor dedicó la primera semana a presentar proyectos muy concretos para importantes zonas de la ciudad, mientras que en la segunda apareció un discurso menos aséptico y de mayor calado político. Con él ha intentado evitar la fuga de votos a la candidatura de Ciudadanos, el gran rival en su espectro ideológico, y movilizar a los votantes que hace cuatro años se decantaron por el proyecto popular. La idea que se transmite es que en este primer mandato se han puesto las bases de un proceso que quedará a medio realizar si el PP pierde ahora el respaldo. O sea, que de nada sirvió el voto de 2011 si no se ratifica en 2015. Nieto, que se ha jugado la campaña en solitario, con ninguna visita señera de su partido y con sus concejales ocupando un discreto segundo término, afronta el todo por el todo planteando pues el dilema de que sólo hay dos opciones: él o un gobierno como mínimo tripartito y que él dibuja como caótico.

La izquierda cordobesa, singular siempre en sus resultados respecto a lo común en las capitales andaluzas, comparece por su parte a estos comicios del 24M más fraccionada que nunca. Izquierda Unida, partido que ha gobernado la ciudad en todos los mandatos de la democracia salvo en dos, concurre debilitada tras el fiasco que sufrió en 2011 (cuando pasó de 11 a 4 concejales) y por la amenaza que puede suponer la plataforma electoral Ganemos. IU ha apostado en esta ocasión por un ex edil de los tiempos de Andrés Ocaña como alcalde, Pedro García, al que las encuestas le auguran que podrá al menos mantener los cuatro ediles de las últimas locales pese a que el nivel de conocimiento de su persona alcanza cotas escasamente elevadas. Por Ganemos aparece a su vez como alcaldable Rafael Blázquez, que, tras realizar una campaña muy animosa y visible, aspira cuando menos a superar a IU e incluso a colocarse como fuerza dominante en la izquierda cordobesa.

Tal papel sin embargo no se lo dan a él las encuestas, sino al Partido Socialista, que acude por tercer mandato consecutivo con nuevo candidato a las urnas; en este caso, la ex delegada del Gobierno Isabel Ambrosio. Los sondeos le auguran de cinco ediles en adelante y le otorgan la posibilidad cierta de romper lo que siempre se ha llamado la anomalía histórica de Córdoba, en referencia a que nunca fue allí el PSOE el dominante de la izquierda. Otra duda es saber cuántos ediles cosecharán entre las tres formaciones, pues no sería descartable un acuerdo tripartito que desalojase al PP del poder si en conjunto alcanzasen la cifra de 15 concejales, mayoría absoluta pues el pleno se compone de 29. Ambrosio aspiraría de este modo a la Alcaldía, para la que dice estar preparada tras una campaña en la que ha proyectado una imagen moderada, optimismo y falta de concreción.

Otra de las incógnitas de la noche electoral será saber qué tal funciona la candidatura de Ciudadanos, que en las últimas andaluzas dio la campanada al conseguir un parlamentario por sorpresa. Su candidato, José Luis Vilches, es un veterano del mundo empresarial que no cuadra del todo con la imagen juvenil de C's, aunque cierto es que en la ciudad de la Mezquita su partido ha jugado más en la cartelería con la imagen de Albert Rivera que con la del propio alcaldable. Los sondeos auguran a Ciudadanos una fuerte irrupción en el pleno con unos cuatro concejales, lo que significa que será una fuerza clave en la gobernanza si ni el PP ni los grupos de izquierdas alcanzan los 15 ediles.

Verso suelto en los comicios es por último el empresario Rafael Gómez, más conocido como Sandokán, que vuelve a las urnas con su partido, Unión Cordobesa, tras conseguir cinco concejales y convertirse en 2011 en la segunda fuerza más votada en las últimas municipales. Ahora las encuestas incluso plantean que su formación desaparezca del pleno, aunque el buen aforo que registran sus mítines y la experiencia de hace cuatro años (cuando multiplicó por más de dos las previsiones) hacen pensar que su melena plateada seguirá siendo una constante en los plenos del Consistorio. Muchas dudas para una Córdoba que ya está de Feria y que el domingo hará un aparte entre sus inacabables fiestas del Mayo Festivo para dilucidar unas elecciones llenas de ilusiones para los menos e incertidumbres para los más.

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