Elecciones

El PSOE prepara la pista de aterrizaje a Rubalcaba

  • Blanco confirma que el Comité Federal aprobará el sábado unas primarias que quizá no requieran votación alguna · Fernández Vara recomienda a Zapatero que adelante las elecciones generales

Un día después del descalabro electoral en las elecciones municipales y autonómicas, la Ejecutiva Federal del PSOE confirmó que el candidato socialista a la presidencia del Gobierno en las elecciones generales de 2012 será elegido a través de un proceso de primarias, según informó el vicesecretario general y coordinador de campaña, José Blanco, poco después de la reunión matinal que mantuvo la dirección socialista. Así, el próximo sábado el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, propondrá el calendario de estas elecciones internas al Comité Federal, máximo órgano entre congresos, que lo aprobará, salvo sorpresa.

Aunque antes de los comicios del 22-M todo hacía indicar que el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la ministra de Defensa, Carme Chacón, competirían por la sucesión, Blanco insistió en que, estatutariamente, la única forma de elegir al cabeza de cartel socialista es a través de unas primarias, pero precisó que la convocatoria de las mismas no significa que, finalmente, tenga que haber una votación. Estas palabras dejan entrever la posibilidad de que, finalmente, la Ejecutiva Federal convenza a Chacón para que deje el camino expedito a Pérez Rubalcaba. La labor podría recaer en el presidente de la Junta de Andalucía y secretario general de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, muy amigo de la política catalana.

A preguntas de los periodistas, el número dos del PSOE aseguró también que ningún miembro de la Ejecutiva Federal -Pérez Rubalcaba y Chacón forman parte de ella- le ha comunicado su intención de presentarse a las primarias. "Aunque si lo hubiera hecho alguno, no lo revelaría", agregó Blanco con una media sonrisa. Eso sí, cuando se le preguntó si el PSOE necesitaba en esta nueva etapa que se abriría tras las primarias "renovación o credibilidad", el político gallego se mostró algo más explícito: "La credibilidad y la ilusión no son incompatibles".

Asimismo, Blanco rechazó de plano la posibilidad de que el PSOE convoque un congreso extraordinario para relevar a Rodríguez Zapatero y aseguró que ningún secretario general regional le ha pedido su convocatoria. Es más, comentó que la "inmensa mayoría del partido" -cuadros y varios referentes socialistas, con quienes dijo haber hablado en las últimas horas- comparte "un sentimiento unánime de hacer las cosas bien".

En cuanto a los resultados en sí, el número dos de los socialistas reconoció la severa derrota electoral, pero la atribuyó más al "retroceso del PSOE" que al "avance del PP". "No se ha traducido en un apoyo equivalente", agregó. Aunque admitió una pérdida de siete puntos y un millón y medio de votos con respecto a los comicios de 2008, recordó que, en relación con las municipales y autonómicas de 2007, sólo se dejaron en el camino tres puntos y medio millón de sufragios. "Ni nos engañamos ni engañamos a nadie. Ha habido un voto crítico, una abstención crítica. Es una seria advertencia y nos damos por enterados", explicó. No obstante, a la espera de estudios más sosegados, sí reconoció que en estos comicios se ha producido un "giro al centro-derecha". "Se ha producido un trasvase del votos del PSOE al PP y a la abstención y no a otras formaciones de izquierdas, como ha ocurrido hasta ahora", subrayó.

Sobre las causas concretas de la derrota electoral, el también ministro de Fomento señaló que la crisis económica ha obligado al Gobierno socialista a "tomar medidas difíciles que no hemos podido ni sabido explicar". "El malestar ha sido más fuerte que nuestros argumentos", añadió.

Consciente de que "muchas familias españolas lo están pasando muy mal", Blanco apostó por la ética de la responsabilidad y fijó las prioridades del Gobierno: recuperación económica, empleo y reformas.

En cuanto a la posición del partido, el político gallego se mostró convencido de que el PSOE, que representa "ideas y valores que comparten la mayoría", puede recuperar el terreno electoral perdido. "La gran mayoría está esperando que le demos motivos para confiar en nosotros", comentó. Por todo ello, concluyó que "no es el momento de lamentarse, sino de levantarse", e insistió en la hoja de ruta prevista: la elección de un nuevo liderazgo y la elaboración de proyecto "ambicioso e ilusionante" para ganar las elecciones de 2012.

Sobre la posibilidad de un adelanto electoral, el vicesecretario general del PSOE no se salió del guión trazado la noche anterior por Rodríguez Zapatero, que anunció su intención de agotar la legislatura.

Y mucho menos cuando se le preguntó por las manifestaciones del presidente extremeño en funciones, Guillermo Fernández Vara, que declaró ayer en varias emisoras de radio que si estuviera en el "pellejo" del líder socialista, se plantearía adelantar los comicios legislativos. "No obstante, no estoy en su pellejo. Si estuviera, me lo plantearía. No me lo he planteado", apostilló el político extremeño.

El único barón socialista que salvó los muebles el 22-M -perdió pero puede continuar en el poder si pacta con IU- auguró que el Gobierno no podrá gobernar "tranquilamente" hasta marzo de 2012.

Además, manifestó que no es el "mejor momento" para celebrar unas primarias. "Ahora de lo que se trata es de que aparezcamos ante la ciudadanía como un partido dedicado a los problemas de España, y habrá que medir mucho y ver si es adecuado meterse en un proceso que puede dividir el partido. No debemos olvidar que no sólo nosotros estamos en una situación difícil sino que también lo está España y los españoles", argumentó.

En cualquier caso, Fernández Vara defendió a Pérez Rubalcaba como candidato socialista para 2012 al considerar que es quien mejor sintetiza la voluntad mayoritaria del PSOE. Y apostó por abrir un proceso de "autocrítica" porque "algo habremos hecho mal cuando los ciudadanos nos han dado la espalda". "Creo que tenemos que asumir nuestra responsabilidad", añadió.

En el mismo tono crítico, el presidente en funciones de Castilla-La Mancha, José María Barreda, uno de los barones socialistas derrotados el 22-M, advirtió de que sería una "equivocación" limitarse a debatir sobre los sucesores de Rodríguez Zapatero sin apostar por "una revisión ideológica mucho más profunda".

Estas declaraciones las realizó antes de entrar en la Ejecutiva Federal. En el interior, según comentó el propio Blanco en su comparecencia, el político castellano-manchego se refirió al "componente nacional" de la derrota que sufrió el PSOE en los comicios del 22-M.

Antes de entrar en la reunión de la dirección socialista, Chacón reconoció que el PSOE ha sufrido "un castigo severo en todas partes", y defendió la necesidad de una "reflexión profunda y colectiva" del socialismo democrático español.

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