Una de las principales novedades de las pasadas elecciones generales del pasado 28 de abril fue que todas las personas con discapacidad, sin ninguna exclusión, podían ejercer su derecho a voto. Una noticia que marcó de lleno a cerca de 100.000 ciudadanos españoles que en los comicios previos no podían escoger una papeleta y depositarla en la urna debido a alguna discapacidad intelectual, enfermedad mental o deterioro cognitivo por el que se les había incapacitado judicialmente.

Esto ya es cosa del pasado, una vez que el Senado aprobó de manera unánime la reforma de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General y que viene a dar voz a un tema que estaba en el tintero desde que en el año 2008 España firmase en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, celebrada en Nueva York. Las 13.000 personas que les afecta esta medida en Andalucía no pudieron ejercer su voto en las pasadas elecciones andaluzas del 2 de diciembre puesto que la reforma entró en vigor cinco días más tarde. En las elecciones generales fue la primera vez y el próximo 26 de mayo serán las primeras municipales en las que todas las personas podrán votar con total libertad sin restricciones.

Sobre este ejercicio del sufragio que se abre ahora a todas las personas, la Fundación Laberinto señala que es “totalmente respetuosa con la legalidad, con los derechos humanos y las libertades fundamentales y considera una prioridad que, desde los Poderes Públicos, se proteja y asegure el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos ellos para todas las personas con discapacidad”. Según expone Tomás Giménez, uno de los Patronos de la Fundación Laberinto, el ejercicio del derecho de voto en igualdad de condiciones “supone la máxima expresión de participación política en una sociedad democrática”.

En esta línea, Giménez recuerda que ahora se establece “el principio fundamental de que toda persona podrá ejercer su derecho de sufragio activo consciente, libre y voluntariamente, cualquiera que sea su forma de comunicarlo y con los medios de apoyo que requiera”. Por ello la oficina del censo electoral incorporará en estas elecciones municipales –como ya hiciera en las generales– a todas aquellas personas que en anteriores comicios estaban excluidas debido a resoluciones judiciales. Asimismo, estas personas podrán tener la ayuda de alguna persona para poder ejercer su derecho a voto sin que se pueda impedir su sufragio, aunque si algún miembro de la mesa considera que “el voto no es ejercido de forma consciente libre y voluntaria lo podrá hacer constar en el acta de la sesión”, explica Giménez.

“Sin perjuicio de nuestra valoración totalmente favorable a la reforma, desde la Fundación Laberinto coincidimos con la junta electoral central en que la nueva redacción legal que señala que el derecho de voto debe ejercerse de forma “consciente, libre y voluntariamente” así como la forma de comunicar el ejercicio de este derecho y los medios de apoyo que se requieran, suscita problemas interpretativos que no han quedado resueltos y deberán ser aclarados por el legislador o por la jurisprudencia”.

Para la presidenta de la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Feafes-Huelva), María Domínguez, esta novedad en la apertura del sufragio para todas las personas es “un avance grandísimo, todo lo que sea sumar en la discapacidad es importantísimo”. Domínguez también expone que si la familia no puede acompañar a alguna de estas personas que votarán por primera vez en unas elecciones municipales “lo hacemos nosotros”, como “los acompañamos al médico o a otro tipo de actividades”.