Política: la batalla por la Alcaldía

Elecciones de incertidumbre

  • Con el vuelco de las autonómicas y el anticipo de las generales fijado para el 28 de abril, el abanico de posibilidades para el futuro gobierno de la ciudad está más abierto que nunca

Noventa y ocho son los días que hay por delante para las elecciones municipales, en las que el abanico de posibilidades para un futuro gobierno municipal se antojan amplias. Y es que, visto lo visto, los comicios pueden ganarse o perderse ya no sólo en las urnas, sino también en alianzas posteriores.

El mundo político dio un vuelco el pasado 2 de diciembre con un escenario que cambió el orden establecido durante la friolera de 36 años en Andalucía. La derecha ha pasado a gobernar la comunidad autónoma por primera vez en la historia y ha aparecido un nuevo invitado. Vox también aspira a una porción de la ansiada tarta política y viene a añadir aún más incertidumbre.

Además, el convulso panorama nacional, con el adelanto electoral fijado para el 28 de abril, hace difícil –si no imposible– aislarse de lo que ocurre más allá de la Gran Vía, con un PSOE inmerso en una encrucijada por un asunto tan sensible y complejo como el catalán; con un Podemos que pierde gas con las disputas internas; un Partido Popular que ha endurecido su mensaje para que Abascal no lo adelante por la derecha; un Ciudadanos que puede coger votos de todos los ámbitos (pero que, al final, por indefinición, tal vez no los coja de nadie); y Vox, el partido que agigantan entre unos y otros.

Rodríguez perdió en 2015 el bastón. Ahora tendrá que ser Cruz el que lo gane si quiere mantenerse

La precampaña de las generales ha arrancado y las encuestas de poco sirven ya para vaticinar lo que pasará a partir de ahora. Eso sí, parece evidente que la convocatoria de Moncloa –que lógicamente conllevará su buen puñado de actos, de promesas y de visitas estelares a Huelva– alterará la carrera a las municipales. Influirá tanto en la propia campaña local en sí como en las listas. Y, claro, por supuesto el resultado afectará a la cercana cita electoral del 26 de mayo.

Si bajamos a la política local, con el fin de las mayorías absolutas se antojan varias posibilidades. Por mencionar algunas, la primera pasaría por que el gobierno de la capital siga en manos socialistas por minoría, lo que ocurriría por cuarta vez tras el actual mandato de Cruz, la primera Corporación (1979) y el mandato de debut de Pedro Rodríguez (1995).

Otra opción sería una alianza del propio PSOE con otras fuerzas (se presupone que con Adelante Huelva). Precisamente esta alternativa se planteó tras los comicios de 2015 entre PSOE e IU pero no salió adelante. Los socialistas no tuvieron interés alguno en alcanzar un acuerdo y entonces IU decidió no ser un impedimento para que el partido del puño y la rosa gobernase en minoría. ¿Haría lo mismo la coalición a día de hoy?

Sumido en su crisis, el PP toma fuerzas del cambio andaluz y a la espera de lo que pase en Madrid

Otra de las opciones pasaría por un pacto de las formaciones de derecha en el caso de que consiguieran que la suma de papeletas sea suficiente. O que no sea precaria, como dicen los expertos analistas. De hecho, los partidos de la oposición hacen cábalas ante la posibilidad de quitarle el bastón de mando a Gabriel Cruz, con una mayoría absoluta para la que se requieren 14 votos.

Mucho ha cambiado el panorama y si antes del actual mandato el eterno dilema del anterior alcalde, el popular Pedro Rodríguez, era con quién pactar (ni PSOE ni IU ni Participa estaban dispuestos), ahora los populares, que son el principal grupo de la oposición, ya no tienen que jugarse todo a la carta de los 14 concejales.

PP y Ciudadanos hacen así sus cuentas, a sabiendas de que su éxito o fracaso tal vez pueda depender de un puñado de votos, los de Vox. Porque en el fragmentado y multicolor Ayuntamiento irrumpiría la formación capitaneada desde Huelva en el Parlamento andaluz por Rafael Segovia y que aún no cuenta con candidato a la Alcaldía.

Si se extrapolan los resultados de las elecciones autonómicas al ámbito local, Vox entraría en el Consistorio con tres representantes. El PSOE tendría siete de los 27 concejales (ahora tiene once), se produciría un empate a seis entre Cs y PP (tienen ocho y tres) y Adelante Huelva obtendría cinco, con lo que ganaría uno más si se suman los tres concejales de IU con el de Podemos.

Cs y Vox no tienen aún candidatos y Podemos e IU negocian el cabeza de lista común

Pero en estas cábalas no entran ni Mesa de la Ría ni los dos nuevos partidos que han anunciado que se presentarán: Creo en Huelva, de Ruperto Gallardo, y la formación independiente de Ramón López, Por Huelva sí o sí.

Estarán en liza con PSOE, PP, Cs, Mesa de la Ría y la confluencia de IU y Podemos (bajo la marca de Adelante Huelva) y moverán ficha en un tablero en el que el componente personal de los candidatos puede tener igual o más peso que las propias siglas. Y también lo hecho hasta ahora.

PSOE

Aquel sorprendente resultado del 24 de mayo de 2015, que dejó una Corporación fragmentada tras dos décadas de periquismo supuso la gran oportunidad para que el cambio que había salido de las urnas viniera acompañado de una política de altura. Sin embargo, cuando está a punto de acabar el mandato, la realidad es que en el balance general tienen una gran influencia las rupturas en el seno de dos grupos con tanto peso como PP e IU. Cracks que han favorecido a un Gobierno socialista sin grandes sobresaltos aunque tampoco con logros destacados.

El equipo de Cruz, aun sin brillar por su gestión, ha cubierto el expediente con iniciativas y con la gestión de unas arcas municipales que eran una “herencia envenenada” a la que tanto ha aludido un grupo que , en gran medida, encomienda a las obras de la Edusi la transformación de la ciudad y también la cosecha de papeletas.

Los socialistas –a quienes la oposición reprocha su “falta de transparencia” y la “desatención a los barrios”– presumen de gestión económica de la mano de la reducción del índice de endeudamiento en estos años y destacan el cambio de rumbo de empresas municipales como Emtusa, por ejemplo.

Más allá de los escollos de peso –la situación del Recreativo y la aprobación de unos nuevos presupuestos en agosto–, la gestión municipal socialista no ha encontrado la oposición férrea que cabía esperar en la Casa Consistorial.

Pero, aun así, si en 2015 fue Pedro Rodríguez el que perdió la Alcaldía, ahora tendrá que ser Gabriel Cruz el que la gane si quiere dar continuidad durante cuatro años más a su programa. El PP se lo ha puesto fácil, al menos hasta ahora. Sin embargo, a pesar de la honda crisis popular en Huelva, habrá que ver cómo influye ese aire de esperanza que ha insuflado en los populares la radiografía electoral de las autonómicas y el adelanto electoral de las generales.

Partido Popular

La ruptura del grupo popular, que en último año ha sido más evidente aún si cabe desde que la dirección del partido quiso tomar las riendas del equipo del Ayuntamiento, ha pasado por todos los estadios posibles. Uno de los más llamativos tuvo lugar hace dos meses, cuando en el Pleno extraordinario al que el equipo de gobierno llevó la modificación presupuestaria de 3,8 millones para pagar las deudas del Decano los ocho ediles populares adoptaron cuatro posturas diferentes.

La candidata, Pilar Marín , está en modo campaña. Quiere “reiniciar Huelva” y se deja ver en barrios, inauguraciones, presentaciones o reuniones. Parece que la economista quiere hacer borrón y cuenta nueva, o al menos diferenciarse de la labor desarrollada por el actual grupo municipal, pero habrá que ver hasta dónde dejan maniobrar desde arriba a la independiente para confeccionar su lista después de que el reparto de cargos del nuevo Gobierno andaluz haya premiado a los afines al aparato provincial.

Una distribución de poderes que ha tenido como guinda el nombramiento de Ángel Sánchez como director general de Medio Natural, Biodiversidad y Espacios Protegidos. Su designación no es baladí si se tiene en cuenta que en noviembre de 2016 la entonces ministra Báñez se lo llevó a Madrid al designarlo adjunto al director de su gabinete para aliviar así la crisis interna del grupo municipal.

Y es que, siendo Sánchez portavoz del PP tras la caída de Perico, seis de sus ocho concejales pidieron su relevo por “discrepancias absolutas” con la forma de hacer oposición.

Ciudadanos

Con el aval de una marca en auge, Ciudadanos sigue con su estrategia de no presentar candidatura. Cuanto más tiempo pasa, más se da por hecho que la actual portavoz será la cabeza de lista, si bien no hay nada confirmado. La edil echa balones fuera cuando se le pregunta, aunque la papeleta que asumió tras la disputa con quienes fueron sus compañeros de grupo (los no adscritos Ruperto Gallardo y Enrique Figueroa), quedándose al frente del grupo municipal, puede tener su recompensa.

El partido no celebrará primarias en Huelva, ya que no cuenta con los suficientes afiliados, y por lo tanto será el Comité Nacional el que decida si Martín es cabeza de lista. La concejala está dispuesta a serlo, aunque ha insistido en que si hay que apostar por otra persona “que defienda Huelva sin ningún tipo de interés personal y sea leal al proyecto y a la ciudad”, ella dará su apoyo en segunda línea.

Adelante Huelva

Tampoco se sabe quién encabezará la candidatura de IU y Podemos, que ya han elegido a sus cabezas de lista correspondientes para optar a la confluencia. Sin embargo, todo apunta que será Mónica Rossi la que lidere la lista seguida de Jesús Amador.

La actual portavoz de IU relevará –ya del todo– a Pedro Jiménez, bastión, huracán ideológico y pico de oro de la formación de izquierdas en el Consistorio. Atrás queda un convulso año en las filas del grupo con la salida de Juan Manuel Arazola, que renunció a su acta de concejal después de que la asamblea local de la formación le pidiese que saliera del grupo municipal. Se fue (y en su lugar entró la responsable de Organización de IU, Silvia Zambrano) con sonoras discrepancias con el que fuera su partido por el modelo organizativo y la política de confluencia con Podemos, a la que se opuso desde el principio.

Por verse está cómo se construye la confluencia municipal entre ambos partidos y cuál es su resultado, después de que esa alianza no obtuviera el rédito esperado en las autonómicas.

Mesa de la Ría

También Mesa de la Ría, con Rafael Gavilán al frente, medirá la cuota de apoyo de ese modelo de ciudad que propone basado en “una economía alternativa a la industria química” o en la eliminación de residuos y de actividades contaminantes. Huelva en tus manos es el lema de su propuesta, continuista con la que ha puesto sobre la mesa el concejal. ¿Conseguirá las alrededor de 3.000 papeletas que necesita mantener su silla?

A menos de cien días de las municipales, los concejales de la Corporación cuentan lo que resta desde hoy hasta entonces por el número de plenos que les quedan por delante. Dos, según las previsiones. A buen seguro que las sesiones son, ahora más si cabe, el vivo reflejo de una campaña que, no nos engañemos, ya dura los 365 días del año.

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