Cajasol obtuvo en el primer trimestre de este año un resultado consolidado recurrente atribuido al grupo de 35,3 millones de euros, lo que supuso un incremento del 7,4% en comparación con el mismo periodo del año pasado. La morosidad creció hasta el 4,2%, si bien permaneció por debajo de la media de las cajas de ahorros (4,6%).

Según informó la entidad en un comunicado, la variación de la cuenta de resultados consolidada en este primer periodo refleja una disminución del 34% en comparación con los 53,8 millones de euros obtenidos en marzo de 2008, un descenso que es consecuencia del aumento de las dotaciones. Sin embargo, la cuenta de resultados en el pasado año se anotaba unos beneficios por operaciones financieras extraordinarios de 21 millones de euros, derivados de la venta de cartera.

La entidad financiera reconoció que "esta evolución refleja el momento complejo que se vive en el sector financiero", y apuntó que los resultados han mermado por el "importantísimo aumento de las dotaciones para el deterioro de activos, que se han incrementado en un 121%, hasta los 70 millones de euros, consecuencia de una política prudente y conservadora para hacer frente a los riesgos de impago en el futuro". La tasa de cobertura, señalaron, se sitúa en el 80%, "muy por encima de la media del sector financiero, que se sitúa en el 49%".

La inversión crediticia de Cajasol subió un 2%, hasta 23.606 millones de euros, mientras que la entidad creció el 7% en cuanto a recursos gestionados, hasta los 25.425 millones.

La entidad destacó que los resultados del primer trimestre demuestran que está siendo "activa" en la gestión de estos "momentos difíciles" y está tomando decisiones que permiten un crecimiento recurrente superior a la media de entidades financieras.

"Cajasol está fortaleciendo, una vez más, su solvencia, que se sitúa en un ratio del 13,2%, ocupando uno de los primeros puestos en el conjunto del sector de cajas de ahorros", resalta.

Además, según la nota, la caja ha mejorado "significativamente" su posición en el sector con una bajada de gastos de administración del 3%, con especial hincapié en los gastos generales, que presentan una mejora del 12%, siguiendo una "política activa de austeridad".