Tribuna Económica

Carmen Pérez

Universidad de Sevilla

¿En qué puede afectar a mi préstamo el nuevo Euríbor?

Aunque ha tardado más de lo esperado, en 2020 ya se aplicará el nuevo Euríbor. El Instituto Europeo de Mercados Monetarios (EMMI), encargado de su gestión, se ha llevado varios años trabajando para cambiar su método de cálculo. La reforma se inició tras los escándalos que saltaron al descubrirse que numerosas entidades financieras habían manipulado este indicador, y por los que se les terminó imponiendo multas millonarias. Y es que no es poca cosa que este índice esté bien determinado: el valor de los instrumentos y los contratos financieros que lo utilizan como referencia en la eurozona superan los 500.000 millones de euros, y de ellos más de 1.000 millones son hipotecas minoristas. ¿Cómo se ven ahora afectados por este cambio?

El procedimiento que se diseñó y que ha estado funcionando desde el comienzo del euro pecaba de ingenuo y por ello el objetivo que se ha buscado con la reforma es que el riesgo de manipulación sea mínimo. Se ha pasado de una determinación basada en cotizaciones -el tipo de interés al que los bancos se prestan el dinero entre sí a distintos plazos en el mercado interbancario o, en su defecto, al que lo hubieran hecho de haber realizado esas transacciones- a una metodología híbrida que utiliza primordialmente operaciones reales proporcionadas por un panel de bancos.

Los titulares de hipotecas y préstamos a tipo variable no tienen que estar preocupados porque se aplique la nueva forma de cálculo. Hay que tener claro que no se les va a cambiar a una nueva referencia, sino que simplemente se ha actualizado y mejorado la forma en la que se establece. Según se ha afirmado desde el EMMI, las simulaciones que han ido realizando de forma simultánea no han arrojado diferencias significativas con el anterior método.

Seguirá oscilando como siempre, eso sí, al estar muy condicionado por las decisiones de política monetaria. A lo largo de su historia el Euríbor a doce meses se ha movido entre el máximo del 5,39%, que marcó en julio de 2008, y el mínimo del -0,36% de agosto de 2019. En octubre el tiering que puso en marcha el BCE implica una leve subida de los tipos de interés; se estableció desde entonces dos niveles para el cobro al exceso de liquidez de la banca, que dejó así de pagar un 0,5% por 800.000 millones de euros. El reflejo de esto en el Euríbor ha sido una suave subida desde ese mínimo de agosto hasta los niveles actuales, el -0,29%.

No obstante, sigue estando en terreno negativo. Por esta época se cumplen cuatro años -concretamente fue el 5 de febrero- en los que se mantiene esta anormalidad financiera. Y nada hace suponer que vaya a regresar a corto plazo a cotas positivas. Las tendencias apuntan a que seguirá en negativo al menos hasta 2022, porque el BCE en su última intervención garantizó que no iba a subir los tipos de interés oficiales hasta esa fecha e incluso aseguró que todavía podría bajarlos más en el futuro si fuere necesario. De hecho, las cotizaciones de las permutas financieras -swaps sobre el Euríbor- lo sitúan en negativo a mucho más largo plazo. Y los bajísimos tipos hipotecarios fijos que la banca está ofertando también lo está señalando.

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