Economía

El gobernador del Banco España pide un pacto de rentas frente a la inflación

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, interviene en el desayuno informativo organizado por Institución Futuro en Pamplona.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, interviene en el desayuno informativo organizado por Institución Futuro en Pamplona. / Eduardo Sanz · Europa Press

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, indicó este martes en Pamplona, en un encuentro organizado por Institución Futuro, que la escalada de los precios energéticos se puede prolongar entre dos y tres años todavía, lo que derivará en una inflación que requiere de medidas, entre ellas un "pacto de rentas".

Miembro también del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), Hernández de Cos ha apuntado que este pacto entre empresas y trabajadores debe servir para no perder competitividad, pero también ha pedido ayudas públicas para empresas y familias en peor situación, y un SMI que no supere la productividad individual para evitar efectos negativos en determinados colectivos, que de darse deberían llevar aparejadas políticas activas de empleo.

Ha recordado que antes de la guerra en Ucrania y tras las caídas de crecimiento por la pandemia se había entrado en una situación de recuperación económica que hacía ser "optimistas" pese al repunte de la inflación "más persistente" de lo previsto por elementos de ofertas y demanda, por cuellos de botella en el transporte internacional y la liberalización de las restricciones.

En este escenario se produce la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la guerra que provoca una subida de precios de nuevo y una mayor exposición financiera del sector bancario, a lo que se suma el canal comercial con Rusia, que sufre un deterioro y eso incide en las cadenas globales de valor, y un incremento "brutal" de la incertidumbre que afecta a la confianza.

De esta forma, ha precisado, se produce un añadido a las tensiones inflacionistas, que en los precios energéticos durará "dos o tres años".

En cuanto al mercado financiero y bursátil ha señalado que tras el importante aumento de la volatilidad y la caída de las bolsas, estos "se han recuperado" porque "los efectos de la crisis pueden ser muy heterogéneos", pero sin embargo en los canales comerciales persiste el deterioro de los plazos de entrega.

Todo ello, ha añadido, conduce a un deterioro también en la confianza de los consumidores, que guarda relación con el PIB y por tanto puede anticipar un empeoramiento de la actividad económica, aunque "de momento no se refleja en las ventas de las grandes empresas"

"De lo que estamos seguros es del deterioro energético" con "elevados precios aunque puede que no tanto como los actuales" y en este escenario, que también afecta a la alimentación, según Hernández de Cos que ha advertido que sufrirán más las rentas bajas y Europa debe dar una respuesta conjunta.

"El efecto de la crisis genera mucha incertidumbre" pendiente en gran medida de la duración de la guerra pero en todo caso ha adelantado que en 2022 el PIB caerá entre un 0,5 y un 2 % y la inflación subirá entre un 2 y un 4 %, por lo que los poderes públicos deben atender a empresas y familias vulnerables.

Estos son, a su juicio, los principales gastos a atender a corto plazo, mientras que a medio ha apuntado al sector energético y la defensa, también colectivos.

Ha considerado en todo caso que esta es una "oportunidad para avanzar en elementos de la integración que no están terminados", en "carencias" que todavía hay, como un fondo de garantía de depósitos común, una unión de mercado de capitales o una unión fiscal, sin olvidar una política monetaria ante una inflación persistente que generaría una caída de las rentas reales y con ello un deterioro del consumo y la inversión.

A su juicio, el pacto de rentas pasa por admitir que el país es hoy más pobre que hace unos meses porque España necesita productos energéticos que no produce, y que son más caros y van a ser persistentemente más caros y por tanto hay que "repartir esa pérdida" en márgenes empresariales y salarios, con un compromiso también de protección del empleo.

De lo contrario, si se pretende eludir el problema, se generará una espiral inflacionista, también con las cláusulas de salvaguarda, que sería "el peor de los contextos" por la pérdida de competitividad, ha advertido.

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