Economía

El futuro del sector del aceite pasa por la asociación de las empresas

  • La Junta de Andalucía apuesta por el impulso de una marca andaluza única que se comercialice en Europa · La implantación de un sistema de calidad y la apertura a nuevos mercados, los grandes retos

Sellar alianzas estratégicas para poder comercializar bajo una misma marca que esté dotada de su distintivo de calidad. Es el gran reto al que se enfrenta el sector del aceite de oliva, con "grandes potencialidades de expansión" tanto en el ámbito nacional como en el de la exportación, aunque también con un largo camino por recorrer para conseguir que el consumidor final supere el desconocimiento que tiene del producto y para que la innovación se implante en todo el proceso de producción, según se puso de manifiesto en el desarrollo de las Jornadas Técnicas Aceite: mercado, futuro y salud organizadas por la Consejería de Agricultura y Pesca y el Grupo Joly, que ayer se celebraron en la capital onubense y que contaron con la presencia de los principales representantes del sector, así como de las administraciones implicadas en el proceso productivo.

El mercado del aceite de oliva es un mercado maduro, sin grandes variaciones en sus ventas globales, lo que lleva a pensar que los empresarios del sector deben buscar nuevos mercados internacionales donde se amplíen las posibilidades de crecimiento aprovechando que España es la primera potencia productora de aceite, siendo andaluza el 85% de esa producción. Pero para ello, resulta imprescindible el impulso del asociacionismo del sector, ya que "solamente así se podrá mantener en el territorio el valor añadido que genera la comercialización del producto", según subrayó el director general de Industrias y Calidad Agroalimentaria, Ricardo Domínguez, encargado de inaugurar las jornadas, junto al delegado provincial de Agricultura y Pesca, Juan Manuel López, y el director de Huelva Información, Antonio Castro.

El gran reto que se presenta para el sector pasa por alcanzar la comercialización conjunta de un producto de calidad "para el que se deja entrever un futuro magnífico y muy competitivo", según Domínguez, que solicitó a los principales productores de aceite que se dieron cita en el encuentro "una apuesta clara por defender una marca andaluza única que se comercialice en Europa". Un destino que de momento es principal receptor del aceite a granel (por las deficiencias existentes en la comercialización), frente a países extracomunitarios, que aparecen como primeras potencias a la hora de adquirir el aceite de oliva envasado. En la misma línea se manifestó Antonio Luque, presidente de Hojiblanca, quien no dudó al apostar por que "España sea una marca única y distintiva en la exportación, porque es en los mercados internacionales donde están las mejores oportunidades de crecimiento y la unificación fortalece el producto".

La Denominación de Origen aporta esa unidad necesaria, pero sobre todo el distintivo de calidad por el que ha de luchar el sector, como apuntó el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Baena, Francisco Núñez, quien destacó el valor de la denominación propia como "elemento que nos ayuda a salir de nuestro escondrijo y nos permite que el aceite se pueda conocer a nivel mundial". También desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Sierra de Cazorla se identifica el distintivo con el prestigio de la marca como puso de relieve su secretario, Emilio Tíscar, quien aprovechó la oportunidad para reivindicar campañas de promoción que ayuden a identificar el valor de las denominaciones de origen.

El otro gran reto del sector pasa por la innovación y la implantación de sistemas de calidad que modernicen y potencien al sector para lo que resulta esencial esa unidad que ayer se reivindicó desde todos los ámbitos, también desde la Agencia Idea, desde donde se insistió en la necesidad de aplicar nuevos diseños en los procesos de envasado, conservación y marketing, "esenciales para posicionar el aceite en el mercado", según el director del Sector Agroindustrial, Francisco Jiménez.

Hablar de aceite de oliva es hablar de exportación y de hecho el 50% de la producción de nuestro país sale fuera de los mercados nacionales, aunque fundamentalmente a granel; de ahí, que tanto productores como expertos en la materia coincidieran ayer en la necesidad de vender el producto fuera de nuestras fronteras, pero ya envasado y etiquetado. En este sentido se manifestó Juan Garay, director de exportaciones de Oloestepa, quien además destacó la necesidad de "profesionalizar" la exportación "porque sólo así se podrán obtener los resultados deseados".

Para vislumbrar el futuro del comercio del aceite de oliva resulta esencial conocer el mercado potencial y también la evolución de los hábitos de consumo que ponen de manifiesto que cada vez se cocina menos en los hogares, "algo que ya se empieza a notar en el sector", según el director de la Asociación Nacional de Industrias de Envasadores y Refineros de Aceites (Anierac), Primitivo Fernández. Y es que actualmente el 33% del consumo de aceite ya se realiza fuera del hogar, mientras que en el caso del oliva virgen el porcentaje es del 24%, lo que "debe hacernos pensar en nuevas vías de desarrollo".

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