"En promedio, la tasa de supervivencia de las empresas españolas es menor que la registrada en la media de los países de la OCDE. Por su parte, Andalucía presenta tasas de supervivencia inferiores a las de España para el conjunto de las empresas", esta es una de las conclusiones principales del estudio sobre la competitividad de la economía andaluza presentada ayer por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). La excepción es el sector servicios, donde la supervivencia empresarial en Andalucía está por encima de las de ámbito nacional.

Es de las pocas buenas noticias que recoge el estudio coordinado por el catedrático del departamento de Economía de la Universidad Loyola Andalucía Manuel Alejandro Cardenete. La tasa de creación neta de empresas entre los años 2009 y 2016 fue negativa en Andalucía en todos los sectores, excepto en servicios, donde el número de sociedades creadas fue igual de las destruidas. De este modo, el tejido empresarial andaluz contaba en 2009 con 561.288 empresas activas y ese número se redujo hasta 535.781 en 2015.

El estudio también apunta que la economía andaluza ha mejorado su competitividad a lo largo de la crisis gracias, sobre todo, a una mejora en las exportaciones y la devaluación de los salarios. Aunque los expertos creen que en esto último ya existe poco margen de mejora.

Así, que la apuesta debe de ser por la innovación. Un área en la que Andalucía concentró el 10% de las empresas con actividades innovadoras en 2016. Sin embargo, "las empresas andaluzas están más orientadas que la media nacional a la realización de innovaciones de carácter no tecnológico (71%) mientras que en las innovaciones tecnológicas (29% de las empresas), destacan las innovaciones relativas al proceso (52%)", apunta el informe.

Los expertos recomiendan, por tanto, una mayor inversión en innovación dentro del sector manufacturero, lo que permita crear empleos con mayor valor añadido y no depender tanto del sector servicios, la construcción y la agricultura como ha ocurrido hasta ahora.