Las consecuencias de la crisis El sector se encuentra estancado desde 2007

Los cerveceros pasan un mal trago

  • Descienden en España por segundo año consecutivo el consumo (un 6%) y la facturación (un 0,9%) · Andalucía y el sur de Extremadura copan más del 23% del mercado nacional

Los españoles y las encuestas publicadas en los últimos meses lo tienen claro: aunque la crisis haya provocado que se dejen para otro momento o al menos se reduzcan las vacaciones, éstas se cambian por tomar unas cañas con los amigos. Esta circunstancia podría convertirse en una tabla de salvación para el sector cervecero, que durante los dos últimos años registró una continua caída del consumo, pero los expertos no creen en soluciones milagrosas. Jacobo Olalla Marañón, director general de Cerveceros de España, explica cómo el ciudadano nacional no está realmente dispuesto a renunciar a ritos tan arraigados como el tapeo o el aperitivo: "Pero esto no implica que tomemos más cantidad de cerveza. De hecho, lo que hemos observado es que el número de consumiciones se ha reducido". Además, las previsiones para este año no son nada optimistas, aunque los expertos esperan que en el periodo estival se consiga recuperar la bajada de los primeros meses del año.

Las cifras evidencian estos descensos. Según se desprende del informe anual elaborado por Cerveceros de España, los españoles bebieron el pasado año un 6% menos de cerveza respecto a 2007. Esta coyuntura se tradujo en una reducción del 0,9% de la facturación del sector en 2008, cuando se alcanzaron los 3.024 millones. A nivel regional, Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla copan el 23,6% del mercado nacional, convirtiéndose en la zona del país que más cerveza bebe. "La caída del consumo per cápita en los dos últimos años se debe principalmente a las bajas temperaturas registradas en nuestro país. El calor tiene una gran incidencia, porque en España esta bebida se toma como producto refrescante", alega Olalla. A pesar de ello, la crisis económica ahondó también en la herida, ya que el 70% de la cerveza se consume en España a través del canal hostelero -esta bebida alcohólica representa el 30% de las ganancias de los bares- y éste redujo su facturación un 10% a raíz de la difícil situación que atraviesa el país. A su vez, este descenso no se vio compensado por el consumo de los hogares que, aunque aumentó progresivamente en los últimos ocho años, no consiguió remitir las bajadas del sector, según datos de Cerveceros de España.

Paralelamente, el mercado internacional se convirtió en el marco perfecto para impulsar la industria española. Las exportaciones de cerveza en 2008 aumentaron un 9,6% respecto a 2007 y representaron más de 54 millones de euros en ventas. Entre los principales países receptores de este producto nacional se hallaron Italia, Guinea y el Reino Unido. Además, España se consolidó como un claro referente del sector, ya que fue el cuarto mayor productor de la Unión Europea -por detrás de Alemania, el Reino Unido y Polonia- y el décimo del mundo. Pero estas elevadas tasas de fabricación contrastan con unos niveles de consumo bastante bajos en comparación con el resto de Europa, ya que España es el quinto país que menos cerveza bebe y se encuentra por debajo de la media comunitaria. "Esta curiosa situación se debe a cómo se consume la cerveza en el área mediterránea: nos gusta acompañarla de alimentos y tomarla en pequeñas cantidades. Y esto es algo que nos diferencia de otros países del norte de Europa", explica Olalla.

Estas costumbres de las que hablan los expertos son las que provocaron que la cerveza sin alcohol encuentre en España una plataforma perfecta. "Somos líderes en producción y consumo de este tipo de producto porque tomamos esta bebida por su sabor, sus propiedades refrescantes y como acompañamiento de las comidas. Así, a la hora de conducir se convierte en una excelente opción y, por ello, estamos siendo objeto de seguimiento por parte de otros países de nuestro entorno", argumenta el director de Cerveceros. Los datos se encargan de acreditar esta realidad, ya que el consumo español de dicha bebida representa el 13% del total de la Unión Europea.

Un alivio para un sector del que dependen directamente más de 7.400 puestos de trabajo y que aporta 5.100 millones de euros a la economía nacional -lo que representa el 0,52% del Producto Interior Bruto (PIB)-. Además, el estado recauda por este concepto más de 1.430 millones, gracias en gran medida a que la cerveza soporta un gravamen del 16% en el IVA. Por ello, de impulsarse alguna modificación al respecto, los cerveceros apuestan por una reducción de los impuestos. "Soportamos una alta fiscalidad, cuando otras bebidas se benefician de una tasa reducida del 7%. A ello hay que sumar un impuesto especial de 10 euros por hectolitro sobre las cervezas más vendidas, algo que otras bebidas con una graduación hasta tres veces mayor no tienen", concluye Olalla.

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