Economía

La cancelación del dividendo permitirá al Santander disponer de 90.000 millones para crédito adicional

Junta de accionistas telemática de Banco Santander

Junta de accionistas telemática de Banco Santander / Efe

La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha anunciado que la decisión de cancelar el segundo dividendo de 2019 y la política de dividendo de 2020 permitirá al banco disponer de 90.000 millones de euros de crédito adicional para ayudar a familias, empresas y pymes a mitigar el impacto económico de la crisis sanitaria del Covid-19.

Estaba previsto que durante la junta los accionistas dieran el visto bueno a la aplicación del resultado de 2019, lo que suponía el pago de un segundo dividendo de 0,13 euros por acción el próximo mes de mayo. Sin embargo, a última hora de la tarde de ayer Santander anunció la cancelación de este abono, siguiendo las recomendaciones del Banco Central Europeo (BCE), y de posponer cualquier decisión sobre el dividendo de 2020 hasta que se clarifique el impacto del coronavirus en el negocio.

Durante la celebración de la junta general de accionistas, la primera que se celebra en Madrid y además de forma telemática por la situación extraordinaria provocada por el Covid-19, Botín ha justificado estas decisiones por la necesidad de contar con "más margen de maniobra para poder contribuir aún más a la sociedad en los próximos meses".

Según ha indicado, la cancelación del dividendo complementario de 2019 permitirá al banco contar con 1.600 millones de euros de capital, con los que podrá ofrecer 30.000 millones de euros más en créditos a empresas, pymes y familias.

Además, gracias a la cancelación de la política de dividendos 2020 podrá ofrecer otros 60.000 millones de euros adicionales en créditos, lo que en total suma 90.000 millones de euros de crédito adicional disponible, que equivaldría a unos 80 puntos básicos adicionales de capital proforma, asumiendo el beneficio ordinario de 2019.

La presidenta de Santander ha asegurado ser consciente de que la cancelación del dividendo "no es una buena noticia" para miles de personas que lo valoran "de manera especial", y que puede suponer "mayor presión financiera en un momento ya de por sí malo". "El consejo y yo misma tenemos que considerar, al tomar este tipo de decisiones, el interés general de todos los accionistas, pero también de la sociedad en su conjunto", ha explicado.

Aunque en la comunicación de ayer el banco indicó que en la junta de octubre se formulará una nueva propuesta de aplicación de resultados del ejercicio 2019 que se destinará "íntegramente a reservas", durante su intervención en la junta Botín ha abierto la puerta a un pago a los accionistas en función de la evolución de la situación.

Pese a asegurar que los resultados ordinarios del primer trimestre de 2020 están en línea con el mismo periodo del ejercicio precedente, Botín ha reconocido que el banco revisará sus objetivos a medio plazo una vez se estabilice la situación originada por la crisis sanitaria.

La banquera ha relatado que la producción media diaria de créditos en marzo ha crecido un 16% comparado con el mes de febrero, mientras que espera que su ratio de capital de máxima calidad cierre el trimestre en niveles comparables con los tres primeros meses del año pasado.

Botín ha dicho que se ha observado "un impacto muy marginal por la situación derivada del coronavirus en el primer trimestre". No obstante, dada la incertidumbre y la falta de visibilidad que existe sobre la evolución de las economías en el corto plazo, revisarán los objetivos a medio plazo de la entidad.

En su opinión, el papel de la banca será crucial. Botín ha asegurado que esta crisis no es como la financiera de 2008, sino que en la actual los bancos son parte de la solución. "Somos mucho más fuertes y estamos preparados para afrontar desafíos globales como el coronavirus", ha subrayado.

La presidenta del Santander también considera "esencial" priorizar por un lado el apoyo temporal necesario, dando una respuesta fiscal adecuada similar a la que ha dado el BCE, al tiempo que se apoya el tejido empresarial español y la inversión extranjera y local.

"Es el momento de que Europa esté a la altura de las circunstancias y lidere una respuesta más rápida y más coordinada. Es el momento de mostrar la cara más solidaria de Europa. Sin solidaridad no hay unión", ha advertido.

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