El biometano permitirá a Andalucía liderar el sector de las energías limpias
Desayuno-Coloquio: 'Biometano en Andalucía: Gas renovable por y para el territorio'
En una jornada promovida por Sedigas en Sevilla junto a varios expertos del sector de las renovables, el consejero de Industria anuncia que Andalucía tramita ya 71 proyectos de plantas de este gas, 10 de ellas con autorización.
Andalucía acelera su apuesta por el biometano entre retos regulatorios y oportunidad rural. El desarrollo de este gas es un tema que ya marca la agenda energética y la económica de los municipios andaluces. Hablamos de un gas renovable que no solo contribuye a la descarbonización, sino que ofrece una oportunidad real de transformación para el medio rural al promover la circularidad -ya que gestiona los residuos agroganaderos-, la generación de empleo y el desarrollo económico local. Un informe de la Asociación Española del Gas (Sedigas) apunta a que Andalucía podría albergar más de 334 instalaciones y alcanzar los 24 teravatios hora (TWh) anuales. Estas plantas permitirían que los residuos de la actividad agroganadera no sean un problema, sino una fuente de creación de empleo directo e indirecto –con impacto en el entorno rural– y de generación de energía limpia que se aporta a la red gasista, creando todo un ecosistema económico en torno al sector.
Pero ¿en qué punto estamos? ¿Qué desafíos y retos encara el biometano en la región? Esto fue lo que precisamente Sedigas puso sobre la mesa en un desayuno-coloquio que organizó de la mano de Grupo Joly el pasado viernes en el espacio Muelle 21 de Sevilla, en el que los principales expertos en renovables y agentes implicados analizaron la situación de este incipiente vector energético en Andalucía.
Tras la bienvenida de la moderadora, Magdalena Trillo, asesora de Transformación Digital de Grupo Joly, abrió la jornada Joan Batalla, presidente de Sedigas, con una declaración de intenciones: “Andalucía tiene el potencial para situarse a la vanguardia europea del biometano”. Recordó que Europa cuenta ya con 1.700 plantas operativas, y solo en 2024 se han puesto en marcha cerca de 200 nuevas. “Francia construye dos por semana, mientras en España hay 17 operativas”, apuntó. Según el estudio de la asociación, el desarrollo pleno del biometano en la comunidad podría movilizar 1.500 millones de euros en inversión y generar 6.000 empleos directos e indirectos, además de 50.000 puestos durante la fase de construcción. “El momento es ahora”, subrayó Batalla, reclamando la colaboración entre empresas, administraciones y ciudadanía.
“El biometano podría movilizar 1.500 M€ en inversión y generar 6.000 empleos directos”. Joan Batalla (presidente de Sedigas)
A continuación se celebró la primera mesa redonda: Desarrollo, diseño y operación de las plantas de biometano en Andalucía, en la que participaron David Piñero, director general de AGR Biogás; Héctor Palacios, responsable de Renewable Gas Trading en Moeve; y Antonio Gabriel Aguilar, delegado en Andalucía de Nedgia–Grupo Naturgy. Este primer debate sirvió para abordar cómo se están diseñando, desarrollando y operando las plantas de biometano, cuáles son los retos tecnológicos, regulatorios y de inversión que enfrentan, y qué papel puede jugar Andalucía en este nuevo mapa energético.
David Piñero (AGR Biogás) recordó que “España no participó en la primera ola del biogás hace veinte años” pero defendió que Andalucía “ha pasado a ser hoy la segunda comunidad en producción de biometano”. A largo plazo, el horizonte es “muy favorable y seguro”, aunque reconoció que a corto, “el 2030 es demasiado inmediato, aún hay resistencias y burocracia excesiva: una planta tarda hasta siete años en ponerse en marcha”.
Desde Moeve, Héctor Palacios situó el precio como principal obstáculo: “Hoy el biometano podría decirse que cuesta tres veces más que el gas natural, y sin apoyo público será difícil replicar el modelo francés”. Sin embargo, destacó que la falta de subvenciones “está impulsando la innovación por necesidad”, con plantas más digitalizadas y eficientes.
Por parte de Nedgia–Naturgy, Antonio Aguilar recordó que Andalucía cuenta con 1.000 km de redes ya preparadas para integrar el biometano: “Si sustituyéramos el gas natural actual por biometano, podríamos descarbonizar el 50% del consumo andaluz sin ajustes ni costes para los usuarios”. Nedgia gestiona ahora la solicitud de conexión de hasta 60 proyectos, once de ellos con permisos administrativos avanzados, “que podrían cubrir el 85% del consumo energético regional antes de 2028”. En este sentido, los directivos de AGR Biogás y Nedgia recordaron el hito más próximo:la puesta en marcha, antes de final de año, de las dos primeras plantas de biometano con inyección a la red de gas en Andalucía: en La Calahorra (Granada) y en Palos (Huelva).
En definitiva, los expertos de las tres compañías energéticas coincidieron en la necesidad de un marco regulatorio más favorable y estable para así poder “acortar los plazos administrativos a la mitad” para atraer inversión y acelerar los proyectos de biometano. “Tenemos el residuo, la capacidad, una tecnología madura y el interés inversor; falta velocidad y seguridad jurídica”, resumió Aguilar.
Venciendo los ‘bulos’ y el desconocimiento
Pero más allá de las licencias administrativas, los proyectos de desarrollo de biometano necesitan también una licencia social: ese permiso -a veces frágil- que los vecinos, las comunidades locales y el entorno conceden cuando perciben que una empresa actúa con integridad, transparencia y propósito compartido. Por ello la segunda mesa redonda abordó el tema de la aceptación social, bajo el título Construir alianzas con el territorio. Este debate contó con las intervenciones de Fernando G. Fermoso, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); Cristina Pascual, responsable de licencia social de Genia Bioenergy; Eduardo Martín, secretario general de ASAJA Sevilla; y Naiara Ortiz de Mendíbil, secretaria general de Sedigas.
Los invitados reflexionaron sobre cómo comunicar mejor, cómo generar beneficios tangibles en el territorio y cómo responder a las preocupaciones vecinales. Cristina Pascual (Genia Bioenergy) fue tajante: “El desconocimiento sigue siendo nuestro mayor freno. Hay que ir a los municipios, explicar, escuchar y mantener el contacto durante todo el proceso, que puede durar seis años. Cuando preguntamos en una charla, todavía poca gente sabe lo que es el biometano”.
Para Naiara Ortiz de Mendíbil (Sedigas), “la licencia social y el permitting son los dos grandes desafíos del biometano”. Defendió el papel de la asociación en la educación y la divulgación: “Las fake news se combaten con rigor científico. Tenemos que explicar que los beneficios son colectivos, no solo empresariales”.
Antes de final de año podríamos ver la puesta en marcha de las plantas de Calahorra y Palos”. Antonio G. Aguilar (Nedgia)
Desde la ciencia, Fernando González Fermoso (CSIC) también apeló a la transparencia y el rigor la hora de comunicar: “Tenemos que explicar cómo se gestiona el biometano y qué beneficios tiene para el entorno”. Y propuso reforzar la educación y la formación técnica: “Al igual que ya hay FP de hidrógeno verde, debería haber formación específica en biogás”.
El punto de vista del campo lo aportó Eduardo Martín (ASAJA Sevilla): “Los agricultores somos productores de energía, no solo consumidores. Pero necesitamos respeto, transparencia e integración. Para que haya aceptación, la comunidad debe sentir que es su planta, no la planta del vecino. Para integrarnos en el proceso debemos empezar por cambiar el lenguaje y hablar de ‘mi planta’”, dijo.
Los ponentes coincidieron en que la clave está en “escuchar para actuar” y construir alianzas locales estables entre industria, ciencia, cooperativas y ciudadanía. “Hay que hablar de subproductos, no de residuos”, añadió Martín.
El consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, clausuró el acto destacando el “enorme esfuerzo” que está realizando Andalucía en materia energética: “Las emisiones de CO₂ se han reducido un 10% desde 2023 y contamos ya con 16 gigavatios de potencia renovable instalada”.
Paradela puso en valor la Alianza Andaluza por el Biometano, que pretende articular una red de complicidad entre industria, campo y administración. “Hay 71 proyectos en tramitación, de los cuales diez tienen las autorizaciones muy avanzadas. La Hoja de Ruta del Biogás, prácticamente ultimada, y la también inminente Guía de Tramitación serán las otras dos patas del marco regulatorio”, subrayó el titular de Industria.
El consejero cerró con un mensaje optimista: “La energía limpia, como el biometano, es la oportunidad con mayúsculas, y Andalucía puede ofrecerla a precio competitivo y con plena seguridad jurídica. En tres años hemos captado 17.000 millones de euros en inversión industrial, de los que la mitad son para renovables. El futuro ya está en marcha, y Andalucía está preparada para liderarlo”.
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