Los andaluces se otorgan a sí mismos un aprobado en cultura financiera, un 5,8 sobre 10, una nota dos décimas superior a la calificación del conjunto nacional, y son los españoles que más interés manifiestan por mejorar sus conocimientos en este ámbito, según los datos de Andalucía del estudio marco La cultura financiera de la familia española, el ahorro y sus medidas de protección, realizado por el Instituto para la Protección Familiar.

Según indica el Instituto en una nota, a seis de cada diez andaluces (el 63,7 por ciento) les gustaría ampliar de forma gratuita su cultura financiera, entendida como el conjunto de conocimientos y habilidades que permiten gestionar sus finanzas personales, proteger adecuadamente a la familia ante situaciones que puedan deteriorar dramáticamente la economía del hogar y planificar el mejor futuro económico en cada etapa del ciclo de vida familiar. Precisa que esto implica casi un 12 por ciento más de interesados en mejorar su cultura financiera en Andalucía que en el conjunto del Estado.

Esta investigación ha sido realizada por el Instituto para la Protección Familiar que, según su director, Eduardo Creagh, "nace con el objetivo de mejorar la cultura financiera de las familias en España y concienciar de la necesidad de tomar las medidas más adecuadas en cuanto a la protección familiar, así como contribuir a la planificación responsable de su mejor futuro económico". Se trata de una iniciativa del Instituto de Estudios Sociológicos Análisis e Investigación y la Universidad Rey Juan Carlos, y cuenta con la colaboración de Aegon-Santander Vida.

El estudio pone de relieve que en Andalucía siete de cada diez entrevistados se consideran capacitados para tomar las mejores decisiones para planificar el futuro económico de su hogar. En esta comunidad autónoma, incluso aún más que en el conjunto del Estado, "existe una notable diferencia por sexos en cuanto a ese nivel de confianza". Así, el 85,8 por ciento de los andaluces, frente al 63,2 por ciento de las andaluzas, aseguran estar capacitados, con su nivel de cultura financiera actual, para tomar las decisiones más adecuadas para proteger económicamente a la familia.

En cualquier caso, el 65,8 por ciento de los encuestados que aseguran tener una cultura financiera media o baja -inferior a seis en una escala de cero a diez- temen que su déficit de conocimientos "les pueda hacer perder oportunidades para proteger mejor a su familia", un dato un 5,2 por ciento superior a la media nacional. Un 15,1 por ciento de los andaluces entrevistados se suspenden a sí mismos en cultura financiera, frente al 19,5 por ciento de los que se evalúan por debajo de cinco a nivel nacional.

Asimismo, Andalucía "es la comunidad autónoma donde más hogares aseguran no dedicar nada de tiempo a planificar su futuro económico", según manifiesta el 30 por ciento de los encuestados, lo que supone un cinco por ciento más de familias que no planifican que en el resto del país. Además, cuatro de cada diez hogares con hijos menores en Andalucía no han tomado ninguna medida para proteger su futuro económico.

En cuanto al nivel de protección privada del futuro económico de los hogares andaluces, solo la mitad de ellos (un 51,7 por ciento) asegura estar tomando medidas complementarias a las prestaciones sociales del Estado para garantizar el futuro económico de su familia. En Andalucía, los hogares con hijos menores son un poco más precavidos, pero aun así, cuatro de cada 10 (el 44,4 por ciento) no cuentan con ninguna medida de protección familiar que les permita afrontar las consecuencias económicas de acontecimientos imprevistos, como es el fallecimiento o invalidez del cabeza de familia. Todos estos datos están en línea con lo que sucede en el conjunto del Estado.

Tipos de productos

De los hogares que en Andalucía cuentan con medidas de protección familiar, el 74,2 por ciento aseguran hacerlo a través de alguna solución de ahorro. Sólo un 36,5 por ciento elige proteger a su familia a través de seguros, datos en consonancia con las medidas que adoptan el resto de los españoles. De ellos, es el seguro de vida el más frecuente, mencionado por un 30,3 por ciento de los andaluces encuestados, seguido del de hogar (11,3 por ciento). En la comunidad andaluza se reduce el recurso al seguro de accidentes (elegido por el 3,3 por ciento frente al 7,2 por ciento de la media nacional).

Las medidas adoptadas por los andaluces no siempre coinciden con las que más valoran para afrontar los gastos familiares en el caso de que ocurra una situación trágica en el hogar. Así, el 57 por ciento cita el seguro de vida como la solución idónea para afrontar las consecuencias del fallecimiento de quien aporta el grueso de los ingresos al hogar y el 36,3 por ciento para paliar los casos de invalidez/accidente. Los andaluces valoran por encima de la media nacional el seguro de vida (en España es mencionado como mejor solución para esos dos supuestos por el 51,5 por ciento y el 33 por ciento de los encuestados, respectivamente).

Casi la mitad (el 47,8 por ciento) de los encuestados en Andalucía afirman que no conseguirán ahorrar en 2014, dato muy similar al del conjunto de España. Un 39,4 por ciento de los andaluces aseguran que sí conseguirán ahorrar (lo que representa un siete por ciento más que los entrevistados a nivel nacional) y un 12,8% de los entrevistados en la región no saben si al final de año habrán conseguido guardar algo de dinero.

El estudio constata que cuando existe capacidad de ahorro se adoptan más medidas de protección familiar, esto es, el 59,9 por ciento de los hogares andaluces que prevén ahorrar cuentan con alguna solución para asegurar su futuro económico, frente al 51,7 por ciento de los que aseguran que no conseguirán ahorrar. La investigación constata que, para los andaluces, igual que para el resto de los españoles, los hijos son un factor clave a la hora de planificar el futuro económico de su hogar. Para un tercio de los encuestados en Andalucía, la llegada del primer hijo es la etapa en la que hay que prestar mayor atención a la protección económica de la familia. En la comunidad autónoma se observa una mayor preocupación que en el conjunto del país por la etapa en la que pasan a la universidad (un 18,4 por ciento mencionan este periodo).