Economía

Santander y CatalunyaCaixa asumen el código de buenas prácticas

  • La caja catalana ofrecerá un alquiler social de dos años tras la dación y la entidad presidida por Emilio Botín mantendrá la moratoria hipotecaria.

El Banco Santander y CatalunyaCaixa han sido las primeras grandes entidades financieras en anunciar que asumen el código de buenas prácticas aprobado por el Gobierno con la intención de frenar los desahucios de familias con riesgo de exclusión social.

La adhesión a este código es voluntaria para las entidades bancarias, aunque una vez suscrito, es de obligado cumplimiento. La banca que asuma el código deberá primero ofrecer una refinanciación más asequible de las hipotecas, y si aún así no se resuelve el problema de impago podrá proceder a la dación en pago -que la entrega de las llaves de la vivienda sirva para saldar la deuda con el banco-, siempre y cuando permita a la familia permanecer en la casa, con el pago de un alquiler bajo.

El Banco Santander se convierte en la primera gran entidad que anuncia su adhesión al Código de Buenas Prácticas. El grupo que preside Emilio Botín explica en un comunicado que mantiene la medida de moratoria hipotecaria que anunció el pasado verano y con la que asegura que ha dado soluciones a 9.820 familias con hipotecas por un total de 1.634 millones.

En paralelo al Código de Buenas Prácticas, el Banco Santander incide en que mantendrá su moratoria hipotecaria para que las familias que han visto reducir sus ingresos o en las que uno de sus miembros esté en paro puedan aplazar el pago del capital durante tres años sin variar las condiciones financieras.

CatalunyaCaixa ha informado de que ofrecerá a sus clientes hipotecarios en riesgo de exclusión un alquiler social de dos años tras la dación. "La vocación de la entidad es siempre la de anticiparse a los problemas de las familias con agilidad y eficacia y, desde 2008, ha estado aplicando medidas similares a las ahora establecidas en el Código de Buenas Prácticas", señala la entidad.

La entidad catalana asegura que desde hace tiempo ofrece una amplia gama de soluciones de flexibilización de la hipoteca para ajustar la cuota a la capacidad de pago del cliente y conseguir así que los titulares mantengan la propiedad de la vivienda. "El último recurso es la aplicación de la dación en pago o la transformación de la hipoteca en un contrato de alquiler", subraya la entidad financiera.

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