Economía

Román achaca a la "superstición" la presunta nocividad de las antenas

  • El consejero delegado de Vodafone asegura que no hay ningún estudio científico que avale el peligro de las estaciones móviles . Tilda de "delirante" la proliferación y descoordinación de ordenanzas municipales

El consejero delegado, y presidente a partir del 1 de enero, de Vodafone España, Francisco Román Riechmann, negó ayer rotundamente que las antenas de telefonía móvil que se instalan en las ciudades puedan ser nocivas y generar enfermedades como el cáncer entre los ciudadanos. Román, que asistió como ponente al Foro Joly organizado en Málaga por el principal grupo editorial andaluz, aseguró que "científicamente no hay ninguna evidencia que diga que sean malas" y achacó las críticas al "temor supersticioso que ha habido siempre en la Humanidad cada vez que se ha producido una oleada tecnológica", tomando como ejemplo el miedo que despertaron en su época la bombilla eléctrica o el coche.

Aunque la ciencia no ha podido demostrar la inocuidad de las antenas, el consejero delegado de Vodafone destacó que "es difícil demostrarlo, como tampoco se ha demostrado que el monstruo del Lago Ness no exista". "Cuando una persona está convencida de que algo es malo se hace muy difícil el diálogo porque se mezclan la superstición y la manipulación de grupos interesados". "Dicen que el magnetismo es bueno si lo utilizas en una pulsera para quitarte el reuma, pero que si es en una antena de móvil te produce cáncer", bromeó.

El próximo presidente nacional de la multinacional tecnológica también reclamó una mayor coordinación entre las administraciones públicas. "Ahora hay 800 ordenanzas municipales distintas a la hora de instalar nuevas antenas. Cada pueblo tiene la suya y es delirante, porque es como si cada localidad decidiera por sí sola cuándo caduca un yogur de forma unilateral". Román criticó que esa "fragmentación administrativa" puede lastrar el futuro de las telecomunicaciones en España, aunque también señaló que hay cierta demagogia al respecto. "En muchos sitios las administraciones nos han pedido mejorar la cobertura y el servicio y, al mismo tiempo, nos han ordenado quitar las antenas".

En cualquier caso, Román destacó que la telefonía móvil ha sido "el mayor fenómeno tecnológico del último siglo" como demuestra el hecho de que haya 3.000 millones de personas en el mundo que utilizan este servicio, de los que 49,5 millones están en España. Vodafone ha invertido en los tres últimos años 2.100 millones de euros en España en el despliegue de la red, en la incorporación de nuevos servicios -principalmente de 3G e internet- y en la subvención de teléfonos móviles para los clientes. "España tiene un parque muy moderno de terminales y eso nos permite dar más servicios", dijo.

El índice de penetración del móvil en España es del 110 por ciento -es decir, hay más móviles que personas- "uno de los registros más altos de Europa". No obstante, según Román, en telefonía fija o en el uso de internet España no presenta unos datos tan satisfactorios. El directivo de Vodafone considera que, mientras que en la telefonía móvil hay una gran competencia, en los otros dos apartados la liberalización del mercado ha sido menor. "El modelo de desarrollo ha sido menos eficaz y eso ha llevado a que los precios del ADSL sean más altos", explicó. El futuro del móvil pasa, según él, por un mayor desarrollo de internet y por la entrada de la publicidad en los móviles. Continuos avances que precisan, a su vez, grandes desembolsos pese a que "el éxito nunca está garantizado".

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