Economía

El PP defenderá los pilares de la reforma laboral aunque la huelga sea mayoritaria

  • Al Gobierno y al PP les importan más los resultados de las elecciones andaluzas que el seguimiento del paro del 29M, e insisten en que "el país no está para huelgas generales".

El PP tiene previsto mantener las líneas fundamentales del proyecto de reforma laboral del Gobierno durante el trámite parlamentario incluso en el caso de que la huelga general del próximo jueves disfrute de un apoyo mayoritario. Varias fuentes de la dirección del Partido Popular y del grupo del Congreso han coincidido en remarcar que "la hoja de ruta ya está escrita", pues se contaba con la convocatoria de la huelga desde antes de la aprobación del decreto de la reforma, aunque eso no significa que las vías de diálogo queden bloqueadas.

Un miembro de la dirección del partido puntualiza que para el Gobierno y para el grupo parlamentario será más importante el resultado de las elecciones andaluzas del domingo que el seguimiento que los ciudadanos den a la huelga general. Con todo, en el PP se ha repartido la consigna de evitar declaraciones sobre el paro del día 29 que "calienten los ánimos" y provoquen crispación, y así, los dirigentes consultados también coinciden en que la huelga es un derecho y su convocatoria, una decisión "legítima" de los sindicatos.

Según las palabras de los cargos y diputados consultados, el PP, más que "miedo" a la huelga y al respaldo que consiga, siente preocupación por los posibles efectos contraproducentes que genere en la economía española. "El país no está para huelgas generales", afirman varios mandatarios. Además, tanto en Génova como en las direcciones autonómicas del partido se percibe que la jornada de paro del jueves no será "masivamente" secundada, lo que determinados sectores del PP consideran que servirá para que los sindicatos replanteen su papel en el diálogo social.

Indica un alto cargo que UGT y CCOO "se juegan mucho" el jueves, conscientes de que la diferencia entre el éxito y el fracaso de la convocatoria es una "línea muy fina". Piensan varias de las fuentes consultadas que, por dicha razón, los sindicatos están activando todos sus recursos para que la próxima huelga general pueda considerarse un éxito, y en este sentido, un alto cargo regional incluso teme que puedan movilizarse sectores más violentos. "Pero (el presidente del Gobierno) Mariano Rajoy tiene claro el calendario de reformas y sabe que los sindicatos le quieren presionar de todas las maneras concebibles; pero no creo que dé su brazo a torcer", manifiesta uno de los hombres más influyentes del PP en estos momentos.

Pase lo que pase el jueves, por tanto, el Partido Popular seguirá su guión al pie de la letra. Hablará con los grupos parlamentarios, no cerrará las vías de diálogo con los sindicatos y la patronal y se avendrá a cambios en el proyecto si las propuestas de los interlocutores resultan "razonables". Sin embargo, ninguna fuente precisa qué puede ser "lo razonable" para que el Gobierno y el Partido Popular acepten modificaciones en un texto que, a la espera del desenlace de la tramitación parlamentaria, ya está en vigor. Un integrante de la dirección del partido resume, no obstante: "El Gobierno no hará cambios sustanciales". Para las fuentes, la flexibilización de las condiciones de los trabajadores, la modernización de la negociación colectiva o el fomento de la contratación entre pymes y autónomos, por emplear sus palabras, son algunos de los pilares de la reforma, y por tanto, aspectos que difícilmente serán retocados en el Congreso de los Diputados.

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