Francisco Martínez-Cosentino está reconocido como uno de los principales embajadores de Andalucía por todo el mundo gracias a su labor al frente del Grupo Cosentino. Así lo indica, su presencia en 80 países y el 90% de su facturación más allá de las fronteras españolas. Eso sí, con su sede corporativa radicada donde nació: Almería. Las claves de este éxito las desveló el propio Cosentino tras recibir la insignia de oro del Instituto Español de Analistas Financieros como reconocimiento a su trayectoria profesional: que la empresa tenga dimensión exportadora y saber elegir y retener a las personas.

"Es difícil exportar, pero es la ambición que toda empresa tiene que tener. Para ello, hay que ser competitivos y tener músculo financiero", explicó el presidente del Grupo Cosentino.

Sobre las personas, el empresario remarcó la importancia de que sepan trabajar en equipo. Igualmente, insistió en la honradez y la formalidad como dos cualidades básicas que deben poseer los empleados para garantizar el éxito de un proyecto. "Finalmente, que tengan amor a la empresa. Cuando llevan la camiseta de la empresa por todo el mundo has logrado el éxito", aseguró Cosentino.

Ante dos cargos políticos de primera línea como José Sánchez Maldonado, consejero de Empleo, Empresa y Comercio; y Antonio Sanz, delegado del Gobierno en Andalucía, el máximo responsable del Grupo Cosentino pidió a las distintas administraciones públicas que "sean tan ágiles como la empresa privada" para facilitar la creación de empleo.

"Andalucía no merece el paro que tiene porque dispone de una cultura y una tierra maravillosa para producir", afirmó Cosentino, quien añadió que él, por su parte, está muy a gusto en Andalucía, donde mantiene a alrededor de 1.400 trabajadores de los cerca de 3.500 empleados con los que cuenta la compañía, a pesar de que España sólo supone un 10% de su facturación. "Voy a luchar porque Andalucía mejore. Tenemos que luchar por la industria, que es lo que da futuro. Si no lo hacemos vamos a seguir siendo una fábrica de parados", apuntó Cosentino.

Maldonado, por su parte, aplaudió su apuesta "por el conocimiento", mientras que Sanz lo calificó de un "modelo de empresario valiente, trabajador e innovador".