Economía

Airbus advierte que 2015 será un año de "dificultades" para el A400M

  • Asume que será "complejo" duplicar sus entregas, hasta 18, por problemas detectados en varios proveedores El impacto se notará en la producción del avión en la segunda mitad del ejercicio

Airbus quiere duplicar el número de entregas de su avión militar A400M el año que viene, pero se trata de un reto que se le puede atragantar. Si en 2013 puso en manos de sus clientes dos aparatos y este año serán nueve (ayer entregó el primero a Alemania y antes de que finalice 2014, si no hay contratiempos, espera darle a Turquía su segunda aeronave), de cara a 2015 el objetivo es llegar hasta 18. Sin embargo, el director general de Aviones Militares de Airbus Defense and Space, Domingo Ureña, admitió ayer que será una meta "difícil de alcanzar". "Será un año duro, movidito, lleno de dificultades y desafíos para el programa del A400M", subrayó.

La compañía se enfrentará a retos de cara al aumento de su cadencia de producción a causa de los problemas detectados en algunos proveedores, sobre todo alemanes, aunque también de otros países. "Están atravesando baches con algunas piezas y esto acabará impactando en el ensamblaje de los aviones en la segunda mitad de 2015", explicó Ureña. Para minimizar el efecto en las entregas, Airbus ya ha tomado medidas como reemplazar a algunos de esos subcontratistas o proporcionarles ayuda para acelerar la entrega de elementos. "Reconozco que estamos transpirando un poco por estas demoras, pero también vemos que es algo normal en un programa de esta envergadura que cuenta con más de 2.000 suministradores", añadió en un encuentro con periodistas celebrado en Madrid.

Airbus ya tiene a sus factorías de Sevilla y Bremen (Alemania), las más implicadas en el A400M, en pleno incremento de actividad. De hecho, en ambas hay dobles turnos de producción, por lo que la compañía quiere evitar que los fallos en su cadena de suministro paralicen la fabricación de las aeronaves. La planta de Sevilla concentra el ensamblaje final del aparato y en la de Bremen se hace el fuselaje del mismo, una de las piezas fundamentales.

A los problemas propiamente industriales se suman otros de índole comercial. Y es que está habiendo reticencias por parte de los países clientes para recibir los aparatos que tenían encargados. La pega radica en que, hasta finales de 2015 el avión no contará con todas sus capacidades militares plenas y los estados están poniendo esto como excusa para aplazar su recepción. "En la planta de montaje de Sevilla tenemos al menos siete u ocho aviones listos y sin entregar", admitió Ureña. Las especificaciones técnicas que aún faltan por desarrollar en el aparato están relacionadas con el salto de paracaidistas o el sistema de lanzamiento de cargas.

En esta línea, otro de los escollos que está encontrando el programa del A400M por el camino es la exportación de los aviones. Pese al tour que la compañía está haciendo por diversos países, las ventas no acaban de cuajar. "Tenemos que ser conscientes de que desde que empezamos a hablar con un cliente hasta que firmamos pueden pasar entre cuatro y seis años", se justificó Ureña.

Pero no todo son malas noticias. Airbus prevé que el ramp up o aumento de la cadencia de producción del A400M, pese a las posibles demoras mencionadas, suponga un incremento del empleo en la planta de ensamblaje final de Sevilla. "Seguiremos contratando a gente joven y el efecto multiplicador se notará también en los subcontratistas del entorno", avanzó. Es más, la planta hispalense está siendo foco de recepción de trabajadores de otras factorías y programas del grupo.

Tras la unificación en una sola división (Airbus Defense and Space) de las filiales de espacio, aviones militares, no tripulados y de combate, operación en la que la compañía estimó que se produciría un ajuste laboral de 600 personas, a día de hoy no ha habido ningún despido. "Hemos logrado neutralizar ese recorte gracias al crecimiento de programas como el A400M o el A350, que han absorbido a profesionales de Eurofigther o Cassidian, y también gracias a la jubilación de algunos trabajadores", abundó Ureña. De cara al futuro, la empresa también prevé elevar la contratación en programas como los tanqueros (MRTT), los helicópteros, o el C295, que también se monta en Sevilla y que pasará de las 18 entregas del año pasado a las 23 del próximo.

En el encuentro, Ureña también se quejó de la escasa inversión en I+D+i por parte del Ejecutivo español. "Es la única queja que tengo tanto de gobiernos socialistas como populares; porque la falta de presupuesto para este capítulo nos empobrecerá como país", sentenció. Ante la posible llegada al poder de otras fuerzas políticas como Podemos, incidió en que la industria y Airbus en particular debe ser "apolítica". "Debemos negociar con quien nos toque y no casarnos con nadie", concluyó.

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