El Viejo Molino, con capacidad para 7 personas con gran comodidad, es un antiguo molino de aceite restaurado con mucho cariño situado en el corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.
Es el hogar de Angie & Nick, sus hijos y nietos. El Mol, como lo llama la familia, es una casa con todos los recuerdos de muchos viajes por el mundo. Se dice que tiene más de doscientos años de antigüedad y la antigua almazara aún conserva gran parte de la estructura original.
Alojarse en un centenario molino con vistas únicas a la dehesa
La referencia más antigua que se ha encontrado del molino data de 1893. En el jardín se encuentran dos de las piedras del molino originales. En el pueblo de Cañaveral de León hay una almazara perfectamente restaurada y abierta como museo para quien quiera ver cómo pudo haber funcionado El Viejo Molino.
El Viejo Molino
La casa se encuentra en mitad de la naturaleza y ofrece vistas únicas a la dehesa. Solo unos minutos la separan del pueblo vecino de Jabugo, cuna del mejor jamón del mundo.
El Viejo Molino
Y es que la gastronomía juega un papel muy importante en esta pintoresca casa. La enorme cocina 'Mark Wilkinson' domina la parte superior con su 'área de bar', su mesa de comedor, sus sofás, sus candelabros y las vistas sobre la propiedad y las laderas hasta el castillo encalado coronando el pueblo de Cortegana (a 5 Km).
El Viejo Molino
El Viejo Molino
El Viejo Molino
La propiedad está repleta de olivos, alcornoques, encinas y abundantes árboles frutales. Los pájaros cantan constantemente y hay algunos muy especiales, desde el espectacular buitre negro hasta los hermosos abejarucos europeos, los diminutos pájaros carpinteros manchados menores, los pechos con cresta y los encantos de los jilgueros.
El Viejo Molino
El Viejo Molino
Los nidos de cigüeña blanca adornan las iglesias locales y las torres de alta tensión. Y la diversión y la relajación también son una prioridad en la agenda: hay piscinas, un campo de petanca y una mesa de ping-pong en el exterior, además de una sala de masajes en el terreno. Una mesa grande, hecha con vigas de pino del siglo XVII de la casa de la Guardia Civil que protegía los intereses mineros británicos en Rio Tinto, se encuentra en el patio superior para comer en las noches cálidas.
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