Un nuevo sendero homologado por la Federación Andaluza de Montañismo va a nacer este otoño en la provincia de Huelva. Se trata de la Ruta del Aceite de Beas puesta en marcha por el Ayuntamiento de Beas en colaboración con la Diputación de Huelva.
Esta ruta le va a permitir conocer los paisajes del AOVE de Beas, el mayor bosque de olivos de la provincia de Huelva, donde podrá descubrir el modo natural de producción del aceite de oliva, su gastronomía y su cultura.
El sendero estará señalizado para recorrerlo a pie o en cicloturismo. Se trata de un sendero lineal que une las dos almazaras cooperativas del municipio: Olibeas y Aceites Candón, con una distancia de 10.120 metros con un desnivel suave para hacerlo en familia o grupos de amigos.
El nuevo sendero de Beas.
A lo largo de su recorrido, además de conocer las variedades de olivos y la cultura del aceite de Beas también se podrá disfrutar de la belleza de los parajes naturales del entorno: el Arroyo de los Prados, San Benito del Álamo o La Loma.
El sendero se puede completar con una experiencia gastronómica en los establecimientos hosteleros asociados a la Ruta del Aceite de Beas. Por la mañana con un buen desayuno molinero, y al mediodía o por la tarde, con los platos donde el aceite es el protagonista. También se puede conocer el proceso de elaboración del AOVE en las instalaciones de Olibeas o en Aceites Candón reservando una visita previa.
Campo de olivos en Beas
El Cabezo de la Loma
Se trata del gran mirador natural del sendero, con sus 105 metros sobre el nivel del mar, desde donde se divisa el gran mar de olivos del Ruedo de Beas, y los pueblos de las orillas del curso bajo del río Tinto: Niebla, Bonares, Lucena del Puerto, Moguer, Trigueros y Beas.
El olivar de Beas.
Los silos del cortijo de San Benito del Álamo
Las siluetas de los Silos del Cortijo de San Benito del Álamo es uno de los hitos del sendero. El nombre de estas tierras surge en la Edad Media cuando tras la conquista de Castilla las tierras pasan a propiedad del Monasterio de San Benito de Sevilla.
Los silos del cortijo de San Benito del Álamo.
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