Punta Umbría ha sido, desde el siglo XIX, una de las localidades preferidas como segunda residencia de los onubenses. Tanto es así, que cada verano, en su pico de máxima afluencia, puede llegar a albergar una población cercana a los 180.000 habitantes.
Descubierta por los ingleses de Río Tinto y puesta en valor por las burguesías de Huelva, Sevilla, Córdoba y Badajoz hasta nuestros días, es un rincón que enamora no solo por sus playas, sino por su inigualable gastronomía.
Las opciones para comer en Punta Umbría son diversas y muy variadas.
Entre los locales de más solera está, sin duda, Juanito Coronel, con su oferta de caballa a la plancha con picadillo, justo enfrente del muelle pesquero.
Muy cerca, en la calle paralela, están 'El Marinero' y 'El Marinerito', uno frente al otro.
Ambos tienen una oferta muy completa, tanto en servicio como en carta: mariscos, pescados frescos, moluscos e, incluso, recetas foráneas como un foie muy ortodoxo. Cuentan también con una bodega bien surtida.
En la ría, encontramos Uno Beach Club. Para muchos, la mejor opción de Punta Umbría. Al frente, Carlos Ramírez, un chef que siempre ha intentado ir un paso más allá de la típica cocina. A destacar, el servicio atento y amable.
Para comer a pie de playa El Tabla es el lugar ideal. Un restaurante donde disfrutar de los productos frescos de la zona con vistas al mar.
De los más veteranos podemos destacar el Restaurante Miramar, con una gran oferta de almejas, coquinas y pescados de la Costa a los que se une la caballa en su temporada de pesca.
En El Portil, Las Dunas, como restaurante y local de celebraciones, tiene una carta amplia en pescados y mariscos, así como una gran variedad en guisos de pescados, además de un servicio muy profesional. Sin duda, un restaurante de referencia en la zona.
También en El Portl destaca la calidad de La Tablita. Un lugar que brilla por su pescado fresco y su revuelto de bacalao, jamón y queso.
Y, como última parada, Fashion Beach Club, en primera línea de playa. También se postula como lugar de celebraciones, con una carta plagada de recetas locales, orientales y de fusión.
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