Champions League

Una vuelta al rojo vivo

  • La expulsión de Torres, la polémica por una supuesta agresión de Suárez, y las declaraciones de Filipe Luis y Cerezo cuestionando la neutralidad de la UEFA, marcarán una vuelta con ventaja del Barça, pero muy abierta.

Si tradicionalmente los choques entre Atlético de Madrid y Barcelona siempre fueron tensos, la  temperatura del partido del próximo miércoles aumentó ya hasta  extremos siderales a causa de la fuerte polémica que rodeó la ida en  el Camp Nou.  El duelo del martes, en el que el Barcelona remontó un gol en contra para imponerse 2-1 ante un Atlético que jugó casi una hora con  diez, fue explosivo, pero aún lo fue más el post-partido. 

La actuación del árbitro alemán Felix Brych indignó al Atlético de Madrid, que se lanzó a un ejercicio verbal en el que cargó contra  todos, incluyendo argumentos del portugués José Mourinho, ex  entrenador del Real Madrid, en relación a los supuestos tratos de  favor de la UEFA al Barcelona. 

Varias fueron las quejas del equipo rojiblanco. Primero, la  expulsión de Fernando Torres a los 35 minutos por una doble amarilla.  Después, la supuesta descompensación en el reparto de amonestaciones,  pues el Atlético vio ocho tarjetas en 18 faltas cometidas, mientras  el Barcelona recibió tres en 19 faltas. Y luego estuvieron dos  supuestas agresiones del uruguayo Luis Suárez que se quedaron sin  expulsión. 

Sólo el entrenador rojiblanco, Diego Simeone, mantuvo el sosiego:  "No puedo decir lo que pienso". Fue una forma de decir muchas cosas  sin decir nada. El habitualmente comedido y discreto Miguel Ángel Gil, director  general del club, no se mordió la lengua: "El fútbol no es patrimonio  de los ocho grandes clubes de Europa, el fútbol es de todos y debe  ser así, el fútbol no puede ser la dictadura de los más grandes".  Pero nadie fue más lejos que el defensa brasileño Filipe Luis: "El  Barça está protegido. Esto daña a la UEFA". 

Precisamente, el organismo rector del fútbol europeo tendrá muchas  cosas que decir antes del partido de vuelta. Así, el propio Filipe Luis se arriesga a una sanción por sus declaraciones, pues existen  precedentes como el de Mourinho, que fue castigado en 2011 con varios partidos por cuestionar la neutralidad de la UEFA tras un Real  Madrid-Barcelona en Champions. Pero aún sería más decisivo si el ente con sede en Nyon decide actuar de oficio contra Suárez, autor de los dos goles del Barcelona  en el Camp Nou, después de ver las imágenes de televisión. En la  primera parte, el uruguayo dio una patada sin balón a Juanfran, una  acción que el árbitro no vio. Y en la segunda, le enseñaron la  amarilla al intentar zafarse del marcaje de Filipe Luis, cuando los  atléticos reclamaron roja. 

Existe un precedente de 2004. El entonces lateral del Real Madrid Roberto Carlos fue sancionado con dos partidos por una agresión al argentino Martín Demichelis que el árbitro no vio. La UEFA actuó de  oficio y castigó tras ver las imágenes por televisión.  Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del Real  Madrid, dijo entonces: "Así la UEFA abre el camino a que los clubes presenten vídeos pidiendo sanciones o pidiendo rearbitrar situaciones  que el árbitro no ha podido ver". 

Lo que es seguro es que el Atlético no podrá contar con Torres por  su tarjeta. Nada más terminar el duelo del Camp Nou, el emblemático  delantero se encargó de arengar a su hinchada para el choque ante el  Barcelona: "Ahora más que nunca, todos al Calderón a remontar".  Con todos estos precedentes, y conociendo la efervescencia natural  de la hinchada rojiblanca, no cabe otra cosa que imaginar un estadio  en llamas para presenciar la vuelta del más explosivo de los cuartos  de final de la Liga de Campeones.

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