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Dos técnicos bajo la lupa

  • Simeone es criticado por perder el Atlético sus señas de identidad

  • Zidane no logra un Madrid sólido

Simeone, en un entrenamiento.

Simeone, en un entrenamiento. / EFE

Diego Pablo Simeone y Zinedine Zidane vivirán el sábado un derbi muy especial en la Liga: un intento de revancha para el primero y de reivindicación para el segundo, y ambos desde estilos muy diferentes.

Separados por apenas dos años de diferencia, con 46 del argentino y 44 del francés, ambos pertenecen a una misma generación que vivió la gloria tanto de futbolista como de entrenador. Pero ahí terminan las semejanzas. Los dos entrenadores llegarán muy exigidos y, en algún caso, bajo sospecha. El Atlético está a seis puntos del Real Madrid y una derrota lo alejaría notablemente del líder. Por su parte, el conjunto blanco afronta su primer partido realmente duro de la temporada, y en tiempos en los que se duda de la capacidad de Zidane para armar un conjunto sólido y con personalidad.

Es curioso lo que está ocurriendo con el Atlético. Ahora que la prensa coincide en afirmar que está practicando un juego atractivo es cuando peores resultados tiene. Lleva 21 puntos en 11 jornadas, su peor registro desde que el Simeone lo dirige. La cuestión es que el preparador argentino encontró la fórmula para desactivar al conjunto blanco, que no gana al Atlético en el Vicente Calderón desde 2013. Y lo hizo con armas reconocibles, siempre sacrificando el fútbol de ataque en favor de la solidez defensiva. Sin embargo, el Atlético del Cholo cayó en los dos partidos más importantes que disputó: las finales de la Liga de Campeones de 2014 y 2016, ambas ante el Real Madrid.

Simeone vivió el 28 de mayo una de sus peores noches, como él mismo reconoció, al caer en la final de la Champions ante el Madrid en los penaltis. Hasta llegó a plantearse su adiós al Atlético. Muchos analistas lo acusaron de replegar al equipo justo cuando tenía a su rival contra las cuerdas y el técnico rojiblanco meditó durante mucho tiempo qué pasó en esa final.

Así, no son pocos los que aseguran que detrás de aquella decepción está su paso adelante en favor de un fútbol más ofensivo. "Normalmente se gana cuando tienes ocasiones, buen juego e intensidad", es el nuevo discurso de Simeone. Ahora la incertidumbre es: ¿Recuperará ante el Real Madrid sus viejas señas de identidad o se mantendrá fiel a lo que parece una tendencia más ofensiva? En la otra parte está un Zidane que conoce todo lo que sufre el Madrid ante su vecino. No en vano, la única derrota del francés en la Liga como técnico blanco fue ante los rojiblancos. El galo visitará por primera vez como entrenador el estadio Vicente Calderón, lugar donde antes fracasaron Carlo Ancelotti y Rafa Benítez, sus antecesores. Lo hará en estado de vigilancia máxima de una parte de la crítica que le pide soluciones para mejorar el juego de un equipo que sufre para ganar.

"Nos falta intensidad", es el mantra de Zidane, la queja más repetida sobre su equipo. Y eso es pecado ante un rival como el Atlético, que si de algo puede presumir es de agresividad. Y más en su estadio. Además, el francés deberá tomar un buen número de decisiones trascendentes. Por ejemplo, qué centro del campo forma, si forzará a Casemiro después de dos meses sin jugar, quién será su sustituto si al final prescinde del brasileño, cómo conseguirá equilibrar la línea de volantes de su rival, cómo mentalizará a sus delanteros de la importancia de trabajar en defensa...

Será un test de enorme recorrido para Zidane, un entrenador mucho menos "intervencionista" que Simeone. Pero ahora las circunstancias exigen tomar un buen número de decisiones importantes. El del Vicente Calderón será el comienzo de un camino lleno de piedras para los blancos, incluyendo rivales como Barcelona, Valencia o Sevilla en la Liga, más Sporting de Portugal y Borussia Dortmund en la Liga de Campeones. El derbi le exigirá certezas a Zidane.

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