Ser mejor no siempre es suficiente. Ni siquiera firmar un partido completo y superior al de las últimas jornadas. El Recre recuperó su plan A. Fue dominador, tuvo la posesión y generó ocasiones de gol. Hasta su delantero referencia se reencontró con la portería contraria. Y sin embargo fue la heroicidad de los instantes finales la que le permitió rescatar un punto de valor incalculable. 

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Media hora impecable de fútbol encontró el premio corto de un tanto de Linares. El Recreativo puso al Zaragoza contra las cuerdas desde el pitido inicial. Saltó con una velocidad más en su fútbol y las ideas muy claras. Se estaba jugando el liderato, que no era poco estímulo. Los albiazules debieron aprovechar ese tramo para liquidar la contienda. 

Montoro dejó entrever lo que iba a pasar. Menosse a los cinco minutos lanzó el segundo aviso. El Decano era un torrente de fútbol frente a un conjunto maño con serias dificultades para cerrar el boquete en el centro de su defensa. Arzo lo pasó mal en este tramo del duelo. Jorge Larena y Antón se hicieron con el mando entrelíneas y desconectaron al centro del campo visitante. Las ayudas de Montoro, Linares y Joselu hicieron el resto. Con un plus de intensidad tuvo el Recre suficiente para superar ampliamente a un Zaragoza muy pobre que pudo dar las gracias por seguir vivo.  

Un centro de Montoro desde la derecha abrió el camino. El valenciano cedió a Joselu, que prolongó a la llegada desde atrás de Linares. El zaragozano se reencontró con el gol en un duelo especial. Los centrales aragoneses pusieron bastante de su parte para la incorporación del delantero recreativista desde atrás. 

Debió ampliar la cuenta el Recre. Tuvo a su oponente en sus manos, pero no fue capaz de liquidarlo. Le está faltando algo de ese instinto asesino de la primera vuelta en esos tramos de los partidos en los que un golpe de gracia resulta letal. No lo hizo. Mantuvo el control del choque, aunque dio vida al rival.

El Real Zaragoza necesitó una aproximación. Un latigazo de sus dos atacantes para igualar la contienda. Una acción sin mucho brillo culminó en una dejada de Montañés a Luis García. El delantero fusiló a Cabrero para establecer el 1-1 en el 34. Pidió el descanso el Recre. El tanto lo dejó tocado. Necesitaba recomponer sus piezas y respirar.

Paco Herrera rectificó. Siguió sufriendo el dominio albiazul, aunque la intensidad descendió. El Recre mandó desde la reanudación pero lo hizo sin la superioridad de la primera media hora del duelo. Le costó más. El choque estuvo más abierto.

Toño emergió en esta segunda parte como un carrilero impresionante. El lateral zurdo crece con el paso de las semanas. De sus botas surgieron las acciones más claras. Joselu tuvo el gol para desequilibrar la contienda en una de ellas. Su lanzamiento centrado lo detuvo Leo Franco sin demasiados apuros.

 Si poco tuvo que generar para empatar, menos hizo para adelantarse en el marcador. Un balón suelto de Montoro al área fue clave. El colegiado sorprendió a locales y visitantes señalando una cesión inexplicable. El Zaragoza sacó rendimiento. Rico golpeó desde la frontal tras el saque y el balón se coló en la portería entre un mar de piernas y tras golpear una de ellas. 

El Recre se perdió en su propio laberinto. Vivió un cuarto de hora final atascado, embarullado y sin ideas aunque con un fin claro: el empate. Se olvidó de la forma para buscar el fondo. Luchó y peleó. Volcó un balón tras otro sobre el área zaragocista. 

Con el tiempo cumplido Rico le dio un tiro en el pie a su equipo. El maño derribó a Joselu en el penúltimo balón del partido. El árbitro lo vio tan claro como los 7.000 onubenses de la grada. Ni Linares, ni Jonathan Valle, ni Jesús Vázquez... Morcillo cogió el balón y asumió la responsabilidad. Un balón para rescatar un punto de oro. El valenciano no falló.

El tiempo dirá el valor del empate logrado frente al Real Zaragoza.En un partido que el Recre mereció ganar y que a punto estuvo de perder, el tanto de Morcillo será evaluado en su verdadera dimensión cuando en junio termine la Liga.