De Torrelavega a Montemayor. La expedición del Pedro Alonso Niño visitó a la Patrona de Moguer tras llegar de tierras santanderinas.

La localidad juanramoniana celebró el pasado domingo una de sus grandes citas festivas del año en honor a su patrona, la Virgen de Montemayor, en un domingo de romería en el que la Virgen procesiona por el recinto que rodea su ermita.

Pero este año los numerosos aficionados al deporte del balonmano en Moguer estuvieron también durante el fin de semana pendientes de las noticias que llegaban desde Torrelavega, donde la primera plantilla de un club de balonmano con cuatro décadas de vida conseguía la mayor gesta para de su historia al conseguir el ascenso a la División de Honor B tras empatar frente al FC Barcelona, culminando así una temporada brillante, en la que el conjunto moguereño se proclamó campeón de su grupo en la liga regular.

Y de la misma forma la romería estuvo presente en Torrelavega en forma de medalla de la hermandad, que el club había recibido el miércoles de la semana pasada y que estuvo presente en el banquillo del equipo durante los encuentros que disputó el Pedro Alonso Niño.

Al mediodía del domingo, precisamente al final de la función principal en la que se hacía público en Montemayor el ascenso del equipo, la plantilla en tierras santanderinas iniciaba una peregrinación de vuelta a Moguer que ya en la madrugada del lunes terminaba con la visita de la expedición amarilla a la Virgen en la ermita. Allí el PAN fue recibido entre cohetes en la puerta principal del recinto hacia la una de la noche por la hermandad matriz y un numeroso grupo de moguereños que durante la tarde estuvieron pendientes de la llegada del equipo para no perderse ese momento histórico.