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De paseo por Cardiff

  • La selección española vence y convence ante Gales, en un encuentro en el que Alcácer anotó un doblete

  • Los británicos sólo crearon peligro en el tramo final, en el que vieron puerta

Saúl avanza con el balón vigilado a cierta distancia por Chris Gunter.

Saúl avanza con el balón vigilado a cierta distancia por Chris Gunter. / fotos: MIKE GRIFFITHS / efe

Se presentaron en la lejanía como Dragones Rojos, pero al posicionarse en el césped, la Gales de Ryan Giggs redujo metros y metros su figura y fue vapuleada por la España de Luis Enrique, que día a día mejora y pule su estilo de juego.

Después de la perfecta goleada a la subcampeona del mundo, Croacia, parecía difícil que la selección repitiera o incluso dieraun imagen más perfecta que la del día de Elche.

España se vistió de blanco impoluto ante un gran escenario como el Principality Stadium de Cardiff (Gales) y con un gran Paco Alcácer, en estado de gracia, sumó la tercera victoria de la era Luis Enrique.

Cierto que fue ante un rival inferior y en un partido amistoso, pero sobre el césped gaélico quedó demostrado que todos los hombres del técnico asturiano podrían ser titulares.

Comenzaron mordiendo los españoles, en un partido revolucionado por los cambios en la alineación planteada por Luis Enrique; hasta seis respecto al equipo que apabulló a Croacia.

Morata, Suso y Alcácer presionaban arriba, Rodri, Dani Ceballos y Saúl movían el centro del campo sin despeinarse y sólo Sergio Ramos despertó la antipatía de la grada, que tímidamente le silbaba por el recuerdo vetusto de su lance con el egipcio Mohamed Salah en la pasada final de la Champions frente al Liverpool.

Con Gales fuera de juego, Alcácer siguió con su racha en el Borussia Dortmund y tras recibir un pase de Gayá acomodó el balón a su pierna derecha y definió a la escuadra adelantando al combinado nacional.

Se cumplían sólo diez minutos de juego, pero España ya parecía tenerlo todo bajo control. La sentencia, por si quedaba alguna duda de la resistencia galesa, llegó nueve minutos después cuando Suso puso una falta al corazón del área y Sergio Ramos, libre de marca, colocó el cuero en las redes de los de Giggs de un perfecto cabezazo en el interior del área.

La debilidad de la defensa galesa, unida a la falta de espacios arriba y la ausencia de Gareth Bale por lesión, incapacitó a los Dragones Rojos y los dejó a merced de España, que cuando apretó, consiguió el tercer tanto de la noche.

Un balón suelto en el área no fue despejado con acierto ni por Ashley Williams ni por Chris Gunter y le llegó a Alcácer en la frontal de la área pequeña. Su pierna derecha no perdonó a Wayne Hennessey.

El descanso le sirvió a Gales para enfriar la situación y el carrusel de cambios típico de los encuentros amistosos no ayudó a mantener la intensidad del primer tiempo.

Los segundos 45 minutos sirvieron para darles minutos a jugadores como Kepa Arrizabalaga, Marc Bartra y Koke y para ver el debut de Jonny Otto con la camiseta española. El del Wolverhamton Wanderers aprovechó para presentarse en sociedad y salvó el gol de Gales al anticiparse en un disparo que olía a gol de Sam Vokes en una contra galesa.

Antes, Suso había despertado el letargo con un disparo desde fuera del área al larguero, pero el partido, en términos generales, estaba terminado desde el 0-3 de España.

Bartra, en el minuto 74, también se apuntó a la fiesta española con un remate de cabeza anticipándose a la defensa galesa y acelerando la salida de aficionados galeses, que poco a poco empezaron a abandonar el estadio antes del final del partido.

Todos esos hinchas, no disfrutaron de la euforia de Sam Vokes cuando el delantero del Burnley remató a gol ante Kepa una de las pocas ocasiones de Gales con el encuentro llegando a su fin.

Una vez acabada y aprobada con notable alto la prueba galesa, la España de Luis Enrique se enfrenta al verdadero reto el próximo 15 de octubre en el Benito Villamarín, en el encuentro de la Liga de Naciones contra Inglaterra.

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