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10 momentos de la Davis

  • La presencia de la Armada en el Coso de los Califas dejó instantes inolvidables para los aficionados cordobeses

1 la inmensidad de nadal, un icono

Su simple presencia impresiona. Con 25 años es uno de los mejores deportistas del mundo y el mejor tenista español de todos los tiempos. Sus dos exhibiciones en Córdoba quedarán marcadas como lecciones magistrales, más allá de que sus oponentes ofrecieran su versión más ínfima como competidores. Habría que saber qué culpa tuvo de eso el desempeño del manacorí, siempre excelente más allá de las circunstancias. A Richard Gasquet lo apabulló en el partido que abrió la serie de semifinales (6-3, 6-0, 6-1) y, para cerrar su trabajo, destrozó a un Jo-Wilfried Tsonga que llegaba crecido por su brillante irrupción en el duelo de dobles (6-0, 6-2, 6-4). Consciente de la relevancia de su papel y de lo que representa, el español ejerció como líder más allá de la pista. Su conexión con el público es fantástica. Los rivales se rinden a su genio. La imagen de los seguidores franceses ovacionándole resume la veneración que el mundo del tenis profesa a una leyenda.

2 verdasco lució la chaquetilla

La tenía preparada para lucirla después del partido de dobles que protagonizó, junto a Feliciano López, ante la pareja Llodra-Tsonga. De haber vencido, el pase a la final se hubiera garantizado. Sin embargo, el birrioso desenlace del duelo aconsejó que la prenda quedara guardada para mejor ocasión. No tenía ningún sentido festejar. Más bien apetecía esconderse. En la tarde del domingo, en el ya intrascendente pleito ante Gasquet, Verdasco venció y saludó al respetable al más puro estilo torero desde el centro de la plaza. La chaqueta, fabricada por Adidas, es de color grana y porta bordados en azabache, con sus alamares al frente, las hombreras, pedrería y lentejuelas. Por detrás lleva bordado el símbolo de la marca, que también ha creado unos pantalones cortos a imagen y semejanza de la taleguilla del vestido de luces, con sus tirantes incorporados. Muy bonito para salir en las fotos.

3 el pobre gasquet y sus malas tardes

De todos los que lo pasaron mal en el Coso de los Califas, el tenista de Beziers fue el que peor destino padeció. Primero sufrió la ira de Nadal en el arranque de la eliminatoria. El de Manacor le sacó de la pista con un encuentro demoledor. "A partir del segundo set empecé a sentirme mal", declaró posteriormente el galo, cuyo calvario sobre la arcilla no terminó ahí. El capitán de su equipo, Guy Forget, le escogió para disputar el partido más desagradable de todos. Quizá como castigo por su triste papel anterior, Gasquet salió de nuevo a la pista para medirse a Fernando Verdasco. Volvió a perder con contundencia y el público se tomó a chacota muchos de sus golpes. El bueno de Richard tiene razones de sobra para no volver a Córdoba ni de vacaciones, por evitar que le asalten los recuerdos de uno de los episodios más negros de su carrera deportiva.

4 la entrada de rajoy, un disparate

La llegada al Coso de los Califas del presidente del Partido Popular resultó algo accidentada. Cuando se estaba disputando el partido de dobles, el candidato a la presidencia del Gobierno hizo su aparición en la zona de autoridades provocando el revuelo clásico entre los espectadores al advertir su presencia. Los murmullos se elevaron de tono. El árbitro del partido pidió, sin respuesta positiva, silencio al público para poder reanudar el juego. La escena resultó estrambótica. Entre abucheos por parte de un sector y gritos de "presidente, presidente" por otro lado, Rajoy trató de buscar acomodo lo más pronto posible visiblemente azorado. Los tenistas, mientras tanto, miraban al tendido con sorpresa.

5 un feo modo de hacer historia

Todos los deportistas aspiran a dejar su sello en la historia, a la que se puede entrar por distintas puertas. Por la grande o por la de atrás. El rotundo 6-1, 6-2 y 6-0 encajado por Feliciano López y Fernando Verdasco ante Tsonga y Llodra fue la derrota más dura encajada por un doble español en toda la historia de la Copa Davis. Superó la anterior marca negativa: cuatro juegos en poder de José María Draper y Fernando Olózaga, batidos por 6-2, 6-0 y 6-2 ante Sven Davidson y Tomas Johansson en 1953. Por encima de las dos derrotas citadas se encuentra el 6-0, 6-2 y 6-3 que infligieron los Bryan a Robredo y Ferrero en 2004; el 6-2, 6-2 y 6-2 de Bjorkman-Kulti a Javier Sánchez y Julián Alonso en 2008; 6-2, 6-3 y 6-2 de Sven Davidson, de nuevo, y Ulf Schmidt a Alberto Arilla y Santana en 1961 y el 6-1, 6-4 y 6-4 de Blake-Martin a Balcells y Beto Martín en 2002. Salvo estos encuentros, en todos los demás los españoles consiguieron sumar, al menos, 10 juegos.

6 ali tsonga se lleva la peor bofetada

Los franceses le apodan Ali Tsonga por su parecido con el boxeador Mohammed Ali tanto en el aspecto físico como en su carácter indómito. El tenista de Le Mans, portentoso en el pleito de dobles, afrontó el partido decisivo ante Nadal con tintes pugilísticos. Sus saques son como hachazos. Pero el español es de otro mundo. Tsonga pasó de héroe vencedor a digno derrotado en cuestión de horas. "Ha sido tan difícil como ha parecido. He hecho lo que he podido, pero Rafa ha sido hoy mejor que yo", declaró el francés, antes de calificar al de Manacor como "el mejor de todos los tiempos sobre tierra batida".

7 "soy cordobés", el himno no oficial

Entre las numerosas melodías de corte patriótico que sonaron por la megafonía de la plaza, con especial relevancia para el clásico "Viva España", del insigne cantante almeriense Manolo Escobar, se coló de modo tan previsible como justo el himno no oficial de la ciudad: "Soy cordobés", el clásico de Los de Sierra Morena. Ante el asombro de los galos y de los visitantes de otras ciudades, el sector autóctono se arrancó con una emocionante versión a capella. "Soy cordobés y a la orilla del Guadalquivir tengo que poner un letrero diciendo me muero, Córdoba por ti" resonó entre los muros del Coso de los Califas como una reivindicación de uno mismo, un mantra al que se unieron otros gritos como "Córdoba, Córdoba". El autohomenaje como terapia.

8 ¿se ha llenado la plaza de toros?

La gente se miraba con extrañeza el primer día de competición. Sonaban los himnos, ondeaban las banderas, los jugadores de las dos selecciones posaban de modo marcial... Y había huecos en las gradas. Más que apreciables. ¿No se va a llenar? Pues no. El primer día de competición en las semifinales de Grupo Mundial de la Copa Davis, las gradas de la plaza de toros enseñaron algunas antiestéticas calvas en algunas zonas, principalmente las aledañas a la presidencia. Al parecer, se trataba de las localidades reservadas para representantes de los patrocinadores extranjeros de la competición, que no se desplazaron. En las dos jornadas siguientes, esos espacios se cubrieron. El sábado volvieron a salir a la venta entradas para la jornada de dobles y los últimos individuales del domingo, volviéndose a formar colas en las taquillas de la plaza. También se detectaron el primer día problemas para acceder al recinto, ya que hubo muchas personas que pese a las recomendaciones de hacer lo contrario se acercaron con sus vehículos particulares y con la hora muy justa. Los controles de seguridad, que ralentizaban el paso, hicieron el resto. Nadal ya estaba en juego y había más de mil personas todavía tratando de llegar a su localidad. El lleno llegó en la jornada final, con el partido Nadal-Tsonga .

9 ferrer, el perfecto escudero de rafa

Si Nadal es Batman, Ferrer es Robin. El de Jávea parece estar algo a la sombra de sus compañeros, más acostumbrados a los focos de los medios -también, todo hay que decirlo, por cuestiones ajenas a lo deportivo- pese a que su puesto en el ranking es más bajo. David Ferrer, el número cinco del mundo, ganó un partido comprometido ante Gilles Simon, al que endosó tres sets consecutivos para colocar la semifinal en un tranquilizador 2-0. No es un ídolo de las quinceañeras como Feli o Fer, pero su presencia es imprescindible en la Armada.

10 fervor a la caza de la foto

Desde que puso pie en Córdoba, Rafa Nadal fue perseguido hasta la extenuación por toda la fauna clásica: desde la jauría mediática, con fotógrafos apostados en todos los rincones, hasta los fans acérrimos y niños ansiosos por llevarse un autógrafo o una foto de recuerdo con su ídolo. Ferrer, Verdasco y Feliciano capearon también a su modo el dulce acoso de los aficionados, que en el caso de los dos últimos tuvo especial protagonismo de chicas jóvenes. Las salidas a algunos de los restaurantes emblemáticos de la ciudad se convirtieron en una oportunidad para los coleccionistas de fotos con famosos. Con más o menos gracia, los tenistas salieron del trance.

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