Fernando Rivas, entrenador de Carolina Marín, afirma que su discípula "fue la mejor de siempre" durante el Mundial de bádminton y que prepararon la final "de manera especial", en referencia a su título logrado el domingo en Yakarta (Indonesia) tras vencer a la india Saina Nehwal 21-16 y 21-19.

"Preparamos la final de manera especial. Desde que vi el primer partido de Saina, observé que tenía patrones de juego diferentes a los que nos tiene acostumbrados. El último día, el análisis habitual lo separamos en tres: los partidos anteriores al Mundial, los que había jugado contra Carolina y los del Mundial. Vimos que había diferencias", reconoció Rivas.

En declaraciones facilitadas por el departamento de prensa de Carolina Marín, el técnico admitió que la actividad ofensiva de su discípula "fue la mejor de siempre" en ese partido por el título. "Gracias al entrenamiento simulado, daba la sensación de que ella ya había jugado ese partido antes", explicó Rivas sobre los procedimientos con los que entrena.

"Carolina y Saina se habían enfrentado varias veces. Pero horas antes de la final, siempre ayuda un recordatorio para que el cuerpo refresque algunos gestos, aunque se esté jugando contra una pantalla. Porque así se sale con más seguridad y confianza", analizó en referencia al entrenamiento simulado, practicado en las últimas semanas con el psicólogo Pablo del Río en el CAR de Madrid.

La bicampeona del mundo ha repetido varias veces que "sin ayuda no hubiera sido posible". Su frase atañe a sus entrenadores, Fernando Rivas y Anders Thomsen, y el resto del cuerpo técnico que se encuentra coordinado por Ernesto García. Fue a ellos a los primeros que abrazó, en señal de gratitud, tras derrotar ganar el título.

El preparador granadino siguió explicando otras claves del éxito. "Como Saina anteriormente había jugado contra otra zurda, observamos que sus patrones no habían diferido mucho de los que aplicaba normalmente contra Carolina. Así, decidimos que el partido lo íbamos a preparar como en otras ocasiones, teniendo un plan B por si acaso afloraban sus nuevos patrones de juego", comentó.

Especial atención tuvo la semifinal, "el peor partido del torneo" para Marín. "Se complicó de manera rara, el tempo fue lento porque la coreana había jugado unos cuartos muy duros y estaba muy cansada. Y Carolina entró en ese círculo de lentitud que no le convenía nada. Las jugadas fueron con poca intensidad, hubo muchos descansos y parones y el árbitro, por si fuera poco, aplicó de manera extraña algunas reglas".

Sin embargo, la española también salió airosa. "Ahí fue también el momento más difícil del campeonato, porque Carolina no reaccionaba en el 13-8 del tercer set. Hasta que por fin reaccionó y sacó el partido adelante con un parcial de 10-0. Pasó a la final, pero nos quedamos con un sabor amargo por el rendimiento y la manera de juego, ya que no estaba aplicando nada de lo que habíamos entrenado", manifestó. "Entre todos conseguimos que Carolina saliera como salió en la final", recuerda.