Liga Adelante

El doctor Jekyll se disfraza de Hyde (1-1)

  • El Decano de la primera mitad mostró todos los recursos necesarios para llevarse el triunfo, mientras que en la segunda fue un equipo diferente y desconocido. La debilidad local hizo más doloroso el resultado final.

El carnaval permite ser quien se aspira a ser tras una máscara, o esconder el verdadero yo en una fiesta en la que la realidad queda en permanente entredicho. El Decano tiene una afición particular con el juego de las caretas, y de visita a una de ciudad volcada con su conocida fiesta se dejó llevar. Nunca sabe cuál va a utilizar. A veces es un equipo aguerrido y competitivo y otras dubitativo y blando. Alterna sus dos caras con tanta frecuencia que llega un momento en el que resulta imposible distinguir cuál es el verdadero Decano, si el Jekyll que dominó la primera mitad con solvencia o el Mr Hyde timorato e irreconocible de la segunda.

Una particular versión del clásico de Stevenson que viene a poner sobre la mesa una vez más los problemas albiazules. No es un equipo fiable. Puede dar la de cal en cualquier momento, pero cuenta con tantas opciones o más de repartir arena. Apostar por el Recre es hacerlo por el riesgo y la imprevisión.

Hay encuentros de ciclo largo, que requieren de un largo proceso de maduración antes de ser encarados de verdad, y otros de ciclo corto, que se matan y punto. Cuando se produce un relevo en el banquillo de un equipo siempre se genera un efecto acción/reacción que en el fútbol se traduce en un estímulo adicional. Salvo deshonrosas excepciones, los equipos que cambian de técnico siguen siendo igual de malos antes que después. Si no llegan pronto los resultados positivos al final se entra en la misma espiral de la que se quiso salir. Al Recre le fue bien en su momento con Pablo Alfaro y Carlos Ríos. Los marcadores le dieron la razón al sanluqueño y se asentó en el banquillo lo suficiente para sacarle un rendimiento adicional a su plantilla.

La UD Las Palmas buscó lo propio. Se cargó a Paco Jémez después de la estrepitosa derrota en Granada. Le dio la oportunidad al apagafuegos de guardia de la entidad, Juan Manuel Rodríguez, sin más esperanzas que ese estímulo que despertase al plantel.

Fruto de esta novedad fue la puesta en escena de un conjunto canario diferente al deprimido equipo de las semanas anteriores. Plantearse un intercambio de golpes en tales circunstancias era de todo menos recomendable. Por ello tiró de frialdad e inteligencia el Decano. Con menos sufrimiento de lo que padeció en el Villamarín, se atrincheró bien en el primer cuarto de hora. Le dio la iniciativa a su oponente. Fabricio tuvo su mano de gloria de todas las tardes a disparo de Javi Guerrero en el minuto 5 y el resto fue sestear a la espera de las carencias que su oponente no tardaría en mostrar.

Con la pérdida de intensidad de la UD Las Palmas llegaron los espacios y la ventaja albiazules. En un duelo marcado por la imprecisión y la necesidad de los dos contendientes, la simple presencia recreativista en la mitad del campo canario ya transmitía tranquilidad. Todo lo que fuese actuar a su lado de la línea de centro era positivo.

Pedirle al Recre que genere ocasiones de gol a estas alturas es casi un imposible. Por ello es mejor aprovechar las pocas que se presentan. Tuvo dos en todo el partido. Una fue gol. La otra, por llamarla de algún modo, llegó a falta de siete minutos para el final. Rafita, a la media hora de partido, demostró que atraviesa por un buen momento de juego y sirvió un preciso centro para el estreno de Juan Villar. Cabezazo del onubense para adelantar al Decano.

El guión de Carlos Ríos contemplaba la posibilidad de adelantarse en el marcador y actuar a partir de entonces con la ansiedad de su oponente. Desde luego que lo cuadró hasta la primera mitad. Luego fue otra historia. En esos quince minutos que restaron hasta el descanso la UD Las Palmas se transformó en un flan a merced de los onubenses, que no supieron matar a su rival.

Con la ventaja en el marcador y la angustia por una jornada muy desfavorable, era obvio lo que tocaba tras la reanudación. Los canarios salieron de nuevo estimulados y metidos en el choque. Buscaron abrir pronto la cuenta para entrar de lleno en el partido y tener opciones.

La réplica era lógica. Parar el juego todo lo posible y llevar la pelota al campo amarillo. Justo lo que hizo en el cuarto de hora final de la primera mitad. Ni por la proximidad en el tiempo. Los albiazules se olvidaron de la fórmula. Se dejaron arrastrar a un peligroso juego cada vez más cerca de Fabricio. Concedieron mil y una faltas en sus inmediaciones, hasta que en una de ellas Quiroga acertó a rematar de cabeza el tanto de la igualada (70').

El doctor Jekyll completó su transformación entonces. Se disfrazó por completo de Mr. Hyde para volverse un equipo tembloroso, sin recursos y escasamente competitivo que si no cedió el punto que tenía en sus manos fue por la intervención salvadora de Fabricio en el último minuto. El canario compensó de esa manera su error en el gol.

Árbitro: Jaime Latre (aragonés). Mal. En la segunda mitad desequilibró el choque con permanentes decisiones. No se complicó en la última acción del encuentro, en la que pudo pitar un claro penalti favorable al Recreativo cometido sobre Lamas.

Tarjetas: Amarillas Randy (11'), Sergio S. (40'), Vicente González (63'), Aythami (72'), por la UD Las Palmas; y Raúl Cámara (53), Córcoles (56'), Emilio Sánchez (69')por el Recreativo.

Goles (0-1) 32' Juan Villar. Impecable remate de cabeza al segundo palo tras un buen centro de Rafita. (1-1) 70' Quiroga. Falta sacada por David González que Fabricio no acierta a despejar y Quiroga remata.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo séptima jornada de la Liga Adelante disputado anoche en el estadio de Gran Canaria de Las Palmas, ante unos 8.040 espectadores. Apenas hubo representación de seguidores recreativistas en las gradas del feudo gran canario. Noche sorprendentemente ventosa y fría para lo que suele ser habitual en las islas.

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