Copa del Rey

Las claves de la debacle madridista

  • El exceso de confianza y el bajón de nivel de algunos jugadores, entre las claves de la derrota ante el Leganés.

Las imágenes del Real Madrid-Leganés

Las imágenes del Real Madrid-Leganés / EFE

El Real Madrid cayó eliminado en cuartos de final de la Copa del Rey, remontado en su estadio por el Leganés, despidiéndose de una competición en la que ha sido incapaz de ganar en el Santiago Bernabéu a ningún rival, que deja señalado a Zinedine Zidane y a su segunda unidad.

Las claves de la eliminación del Real Madrid fueron:

1. Incapaz de ganar en el Bernabéu.

El Real Madrid se despidió de Copa del Rey con una sonrojante estadística: fue incapaz de ganar de local a ninguno de sus rivales, aunque fuesen de otra categoría. Comenzó empatando a dos ante un equipo de Segunda B como el Fuenlabrada, repitió resultado en el Santiago Bernabéu frente al Numancia de LaLiga 1/2/3 y cuando se enfrentó a un rival de Primera, el Leganés, cayó derrotado en una noche negra para el madridismo. Había ganado en todos los partidos de ida a domicilio en encuentros similares, sin fútbol pero explotando una pegada salvadora que se apagó cuando le hizo falta.

2. Bajón de nivel de la segunda unidad.

Los jugadores que han sustituido a futbolistas contrastados como Pepe, James Rodríguez o Alvaro Morata, no han dado la talla que exige el Real Madrid y Zinedine Zidane no ha ayudado a que lo consiguieran. El fin de su política de rotaciones masivas en Liga, provoca que cada vez que juega la segunda unidad sea en bloque en Copa del Rey, aumentando la posibilidad de brillar por la falta de mecanismos de grupo en el juego y las oportunidades acaben convirtiéndose en un examen final con la obligación de brillar.

3. Excesos de confianza.

El Real Madrid se vio en semifinales antes de jugar y ese exceso de confianza le salió caro. La actitud de los jugadores no fue la adecuada tras el triunfo de la ida, sin la preparación psicológica que requería un partido de cuartos de final. No lo transmitió Zidane desde el momento en el que diseñó la convocatoria. Sin nada que jugarse ya en Liga, con una pelea que llevará hasta final del curso por mantener puesto de Liga de Campeones, dio prioridad a la competición doméstica antes que a la Copa, dejando en la grada a jugadores claves como Cristiano Ronaldo, Gareth Bale, Marcelo o Kroos. Tan solo dos de los que jugarán seguro la 'final' ante el PSG en el once y porque regresaban de lesiones, Ramos y Benzema, más un tercero con opciones, Nacho, por la sanción en competición europea que debe cumplir Carvajal.

4. Un equipo poco trabajado.

El tanto que acaba costando la eliminación madridista retrata a Zidane y el trabajo que debe realizar un técnico en la preparación de los partidos. Lo marcó tras acción a balón parado, un saque de esquina, el jugador más fuerte del Leganés en el remate, Gabriel, que no era marcado por el defensa más potente en el juego aéreo del Real Madrid, Sergio Ramos. Hasta que no llegó ese gol no se ajustaron las marcas y el capitán madridista se ocupó del marcaje. Son detalles de pizarra que plasman sobre el césped un partido poco trabajado por el entrenador y su cuerpo técnico. Mantuvo el 4-3-3 de la resurrección ante el Dépor con otro perfil de jugadores, con espacios enormes entre líneas, desajustes que pagó la defensa y una falta de actitud en el primer acto que costó cara.

5. La ausencia de un líder y el carácter de antaño.

Cuando le venían mal dadas al Real Madrid, siempre aparecía un jugador que asumía el liderazgo y una unión del grupo para reaccionar a base de carácter. Esta temporada ese orgullo ha desaparecido en los partidos en los que comienza perdiendo, hasta en doce partidos de este curso. Tan solo fue capaz de remontar en dos (Al Jazira en el Mundial de Clubes y Dépor en Liga) y esa lucha hasta el final que iba en el ADN madridista se ha esfumado. Ya no hay goles salvadores en el último suspiro y la mayoría de los partidos es la impotencia la que marca los minutos finales. En Copa del Rey solo Lucas Vázquez y los goles de Borja Mayoral se salvaron. Jugadores como Marco Asensio o Isco Alarcón no ejercieron el papel que debían ante la ausencia de los líderes naturales.

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