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Las carencias, al desnudo

  • Además de arrebatarle la imbatibilidad, el Levante evidenció que el Barcelona no tiene una segunda unidad a la altura

  • La línea defensiva culé, el centro de casi todas las críticas

El central del Barcelona Gerard Piqué, frustrado al término del partido del pasado domingo ante el Levante, en el que los culés cayeron por 5-4.

El central del Barcelona Gerard Piqué, frustrado al término del partido del pasado domingo ante el Levante, en el que los culés cayeron por 5-4. / JUAN CARLOS CÁRDENAS / efe

La derrota en el Ciutat de Valencia dejó al Barcelona sin la posibilidad de terminar la Liga imbatido, una proeza que los culés ya veían muy cerca. Pero más allá de torcer esa estadística, el partido ante el Levante destapó una serie de carencias en el plantel azulgrana que el club deberá resolver de cara a la próxima campaña.

Después de 36 jornadas de Liga sin perder, el campeón dobló la rodilla en un terreno inesperado, el campo de un Levante que llegaba enrachado, pero que al fin y al cabo había coqueteado con el descenso durante casi todo el curso. El equipo de Paco López le marcó cinco goles con una suficiencia sorprendente. Se bastó de velocidad y precisión en las finalizaciones para agujerear a la defensa del líder.

16Goles. Los que ha recibido el Barça en sus últimas ocho citas. Un promedio de dos por partido.

Ernesto Valverde reconoció su rabia por no poder haber puesto al título el lazo dorado de la imbatibilidad. Más allá de ello, el 5-4 del pasado domingo volvió evidenciar dos circunstancias: que el Barcelona depende en demasía de Leo Messi -ausente por descanso- y que carece de recambios solventes en la zaga. La Messidependencia no es un asunto nuevo, pero cada mal resultado sin el astro argentino en el campo vuelve a generar un debate legítimo: ¿Cómo puede un equipo tan poderoso en lo económico echar tanto de menos a un solo jugador?

Por otro lado, Valverde sentó a Gerard Piqué ante el Levante y dejó fuera a Samuel Umtiti por unas molestias en la rodilla izquierda. Y en lugar de ambos alineó al belga Thomas Vermaelen, que volvió a caer lesionado en la primera parte, y al colombiano Yerry Mina, señalado ayer por la prensa catalana como uno de los culpables de la derrota. "Él ha tenido personalidad en momentos determinados del partido, la misma que las demás", lo defendió Valverde. Sin embargo, es una obviedad que la segunda unidad culé deja mucho que desear.

De momento, el Barça ya anunció en el mes de marzo la contratación del centrocampista brasileño Arthur para la próxima temporada, un refuerzo que puede ir en esa dirección. También se da por hecho que la entidad azulgrana firmará un delantero este verano, y todas las miradas apuntan a Antoine Griezmann.

La cuestión es que sus aficionados opinan que la mayor necesidad debería ser la defensa. Umtiti ha bajado sus prestaciones en el tramo final de curso, Vermaelen volvió a confirmar en Valencia que es un jugador de cristal y Mina parece muy verde para jugar en equipo de las aspiraciones del Barcelona. Sí continúa siendo un baluarte Piqué, que se ha mostrado insustituible una temporada más.

Hace un mes la línea defensiva ya quedó en evidencia en la derrota ante la Roma (3-0), que supuso la eliminación en Liga de Campeones y unos días antes pudo salir goleado en Sevilla en un partido que arregló Messi en tres minutos (2-2). El resultado ante el Levante fue mucho menos trascendente, pero sí sirvió para desnudar a un Barcelona que tiene un talón de Aquiles indiscutible en su zaga. ¿Apostarán sus dirigentes por una remodelación que implique incorporar a defensores fiables?

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