Recreativo-Alcorcón

Un ataque de casta (2-1)

  • El Decano se reencuentra con la victoria en Huelva más de tres meses después de su último triunfo como local. El Alcorcón igualó el tanto inicial de Jesús Vázquez, pero los recreativistas le dieron la vuelta en apenas un minuto a la contienda con un hombre menos sobre el campo.

Tenía que ganar y ganó. El resto daba igual. Con un despliegue futbolístico de época o con un duelo trabado y tosco, con el frac o con el mono de faena. Los tres puntos no podían volar de Huelva. Y no lo hicieron. Adiós a la maldita racha que comenzó en octubre. El Decano se reencontró con el triunfo. Los puristas querrán toque, los prácticos mirarán el resultado. La realidad es que el equipo dio una lección de orgullo para sacar adelante un duelo que mereció, por el que se partió la cara y que levantó cuando peor lo tuvo.

El Recre salió con las ideas claras. Fue a buscar al Alcorcón, lo encerró en su campo y lo sometió a un acoso constante. Sergi Barjuan fortaleció su centro del campo. Mantuvo el doble pivote de las últimas semanas. Sobre el papel renunció a las bandas al no suplir a Arana con un extremo, pero en realidad ganó en presencia y presión, lo que le permitió sostener su ataque de forma constante en las inmediaciones del área alfarera.

En defensa apenas pasó apuros el Recre. El Alcorcón inquietó poco. Alguna robo y un par de acciones a balón parado. Vivió tranquilo Cabrero viendo a los amarillos en la distancia. Fue un choque controlado que únicamente se le torció en contadas ocasiones cuando se desconcentró. Mientras no levantó el pie del acelerador demostró su superioridad.

Recordó en los primeros 45 minutos al Recre del tercio inicial del campeonato. Fue un equipo con ritmo y las ideas claras, Su rival demostró una falta de las mismas alarmante en ataque y algunas deficiencias defensivas que el Decano se encargó de acentuar.

Superado el primer mini bache al ecuador de la primera parte se volvió a la tónica inicial. El Recre apretó y el Alcorcón sufrió. La falta de frescura albiazul en los últimos metros fue contrarrestada por el despliegue de sus centrocampistas y el dominio de la posición en el campo. Y llegó el gol. Casi 300 minutos llevaba la afición albiazul sin levantar los brazos. Desde el inicio del choque contra el Sabadell. El tanto fue la definición del partido. Ganó un balón por alto Menosse, la representación de la consistencia defensiva, remató Montoro y Jesús Vázquez rebañó casi sobre la línea en el último suspiro.

Tuvo 60 minutos de dominio que no supo traducir en el segundo. Pasado el ecuador de la segunda mitad comenzaron las dificultades serias. El Alcorcón dio un paso al frente. Juli tuvo la primera ocasión clara de los madrileños. Montoro sacó bajo palos y abortó el peligro. Al Decano le quedó el recurso del contragolpe. No se sintió demasiado incómodo. Tampoco su oponente le exigió en exceso. El problema surgió cuando Dimas vio su segunda amarilla en el 74.

El Recre vivió algunos apuros. El conjunto de Sergi Barjuan se aferró a su ventaja y a la casta para sostener el marcador. Zamora entró en el centro para compensar el desequilibrio dejado por la salida de Dimas. El murciano cumplió en su papel de cortafuegos. Aún tuvo otra el Decano en un disparo de Morcillo que detuvo el meta local.

El Alcorcón se volcó. Juli hizo lucirse a Cabrero en un lanzamiento que iba a la escuadra en el 88. El cancerbero fue protagonista un minuto después. El colegiado no decretó una clara falta en la acción que supuso el empate visitante. Volvían fantasmas conocidos a la grada del Nuevo Colombino.

Pero surgió el orgullo. Con uno menos tuvo un ataque de casta el Decano que encerró a su rival en su propia portería. Sacó de centro, encaró a su oponente con la confianza de quien se sabe capacitado y seguro de sí mismo. Álvaro Antón apuró la línea de fondo y cedió al propio Jesús Vázquez. Su primer intento de disparo lo recogió Linares y su posterior rechace Fernando Vega para hacer el segundo y dejar los tres en puntos en Huelva.

El camino hacia Primera División está lleno de curvas y trampas. El Decano superó unas cuantas frente al Alcorcón. Se demostró a sí mismo que también sabe bajar al barro y sufrir para ganar. Habrá tardes de alegría y también de brega. Pero los puntos, que no vuelen más.

 

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