Un polémico tapón de Axel Hervelle a Lucas Recker sobre la bocina, muy protestado por todo el equipo bilbaíno y la ruidosa afición de La Casilla, dio la victoria al Real Madrid (78-79) ante el Iurbentia Bilbao Basket.

Esa dudosa jugada en el instante en el que moría el partido le sirvió al equipo de Joan Plaza para lograr un triunfo que pareció claramente suyo en los primeros 39 minutos, pero que estuvo a punto de tirar por la borda en unos 61 segundos finales impropios para un equipo de aspiraciones.

A falta de 1:01 para el final, con el Madrid 8 arriba (68-76), Txus Vidorreta se la jugó en un tiempo muerto del que su equipo salió decidido a seguir dejándose todo lo que tenía sobre la cancha, a pesar de la clara desventaja.

Y el milagro estuvo a punto de producirse. Para muchos, incluso se concretó. Pero no para los miembros del trío arbitral, indecisos para señalar tapón ilegal que en jugadas similares casi siempre se sanciona.

Esa indecisión de los jueces del partido le sirve al equipo blanco para seguir con velocidad de crucero en la liga, la que ya casi seguro les llevará de regreso a la Euroliga vía liderato de la temporada regular.

El club bilbaino anunció tras el choque que presentará una reclamación a la ACB por la última acción del partido, ya que en la televisión se ve claramente que el balón descendía sobre la canasta.