fútbol división de honor

Vía crucis de un Cartaya en descenso

  • Falla un penalti y claras ocasiones de gol ante el Rota

  • Noé, cuestionado

Un lance del encuentro que enfrentó ayer al Cartaya con el Rota.

Un lance del encuentro que enfrentó ayer al Cartaya con el Rota. / andrés gaitán

Hay cosas que se ven venir y otras que te cogen por la espalda y te quedas sin reacción. El caso del Cartaya se focaliza en la primera. Porque este equipo es un sin sentido por donde quiera que se mire. Incapaz de soportar un soplo de aire en contra y para colmo, sin fútbol, le faltó, ante el Rota, en otra final, alma por momentos, justo los que aprovechó el conjunto gaditano para ponerlo a las puertas del infierno. Así, la derrota ante el rival gaditano inaugura la semana de pasión en Cartaya. Ahora ya no depende de sí mismo para salvarse, aunque resten ocho jornadas por disputarse.

La primera sorpresa fue la alineación. Cierto que el entrenador conoce mejor que nadie a sus futbolistas y cierto es, también, que opinamos desde el escaparate. Pero hubo jugadores a los que tuvo que sustituir porque no se tenían en pie o porque les pesó considerablemente la responsabilidad. Cuando el Cartaya y el entrenador se quisieron percatar, el partido iba 0-2.

El primer chaparrón a los dos minutos, con error doble de dos futbolistas que no fallan nunca, Mario y Franci Ruiz. Tú por mí yo por ti y a estas que apareció Zequi para decirle a Bocanegra que no se tirase. El gol, como pueden suponer, puso al Cartaya en jaque porque este equipo es incapaz de levantarse ante cualquier adversidad por muy leve que sea. De este modo, la primera mitad se vistió de fantasma para el Cartaya y de control sin aspavientos para el Rota, que lo manejó todo con criterio, incluso Bocanegra salvó el segundo a los 22 de partido a un remate de Ayoub. Poco después, a los 28 de juego, el equipo de Noé pudo mitigar su pena, pero el penalti cometido sobre Álex Franco que tiró Lolo lo paró Jairo.

Si pensaba el Cartaya y sus sufridos seguidores que era imposible empeorar, fue Iván Gutiérrez, a los dos minutos de la reanudación y desmintió el pensamiento. Otra indecisión defensiva y la tormenta perfecta, con rayos y todo, sin faltarle un detalle.

Las caras y los semblantes determinaban entierro. Y justo cuando peor estaba el panorama, Lolo, el único que se escapa de la quema, agarró una falta desde la frontal y batió la portería gaditana. Un golazo. Minuto 51, con tiempo por delante para pensar en la remontada.

Pero volvió a ocurrir lo que tantas otras veces. La aportación del banquillo insípida, sin echar gusto a nada, porque las entradas de Jaime, Pitu, Canito, José Mari y el debutante Jero fueron totalmente inocuas. Cierto es que entraron en un galimatías, que es muy complicado cambiar el rumbo del estado de ánimo, luego igual el problema es más profundo.

El tramo final del partido fue un querer y no poder, sin convencimiento ni fútbol, sin plan, todo al empujón. Mientras, el Rota, que no pestañeó, como los asesinos que no les altera la sangre, fue manejando el tempo mientras que el Cartaya se descomponía. Al final, derrota. Pero no una derrota cualquiera. Se mete en puestos de descenso y algunos tendrían que tener la vergüenza torera de decir que no pueden con el toro. Y aquí incluimos a más de uno por lo que puedan estar pensando. Nada ha cambiado en mucho tiempo. Bueno sí. Ha cambiado para peor. Quedan ocho jornadas que son ocho finales. Y el club está para tomar decisiones. Debe percatarse que así, de esta forma, lo único que va a lograr es estropear cuatro años de un extraordinario trabajo.

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