Segunda División

Sufrimiento innecesario (1-2)

  • El Recre suma en Alicante una victoria merecida que pudo ser más amplia si hubiese aprovechado la superioridad numérica desde el minuto 15. Los recreativistas tuvieron ocasiones claras de gol que no supieron materializar para sentenciar el duelo por la vía rápida.

Un rival herido, un ambiente hostil hacia el local, problemas clasificatorios, enfrentamientos internos... Y una expulsión en el minuto 15. Si le dan a elegir un escenario para jugar fuera de casa seguro que el Recre no encuentra un panorama mejor. Con esas circunstancias ganar era la única posibilidad. Lo hizo el Decano que se mete de nuevo en la pugna con los primeros, aunque para ello sufrió más de lo preciso y de lo merecido.

Las intenciones albiazules quedaron claras muy pronto. A los diez minutos Linares no acertó a empujar un balón franco de cabeza en el área pequeña. Once contra once tuvo la primera el Decano. Un aviso de lo que iba a venir. Sergi Barjuan pobló el centro del campo para hacerse con la posesión del balón. En igualdad le dio más resultados que cuando se quedó con uno más. Entonces sobró toque y faltó profundidad, movilidad y desbordes. Al cuarto de hora cambió el duelo. Un claro derribo de Escassi cuando Antón se iba solo a por Falcón fue suficiente. González Fuertes no lo dudó. El gijonés despejó cualquier suspicacia.

75 minutos por delante con un hombre más. Acostumbrado a sufrirlo en sus carnes, al Recre se le presentó la oportunidad para demostrar que también sabe aprovecharlo. La primera media hora la regaló. Los albiazules se emplearon con mucho celo al toque en la línea de medios. Convirtieron el duelo en un partido de balonmano con el esférico circulando de un lado a otro con demasiados pases en horizontal y apenas rupturas ni desmarques. El ataque estático fortaleció al Hércules, que se sintió cómodo frente a un oponente que se hizo previsible. Aprendió la lección en la segunda mitad, buscó la movilidad y con ella destrozó por la vía rápida a su oponente.

Sólo tuvo una ocasión en el primer tramo. Definió el espíritu de la primera mitad. Un error alicantino lo recogió Linares para adelantarse al meta local. Lo regateó y al quedarse sin ángulo cedió la pelota atrás para la incorporación de Álvaro Antón. El burgalés estuvo lento. Se entretuvo y permitió a Peña sacarle el balón bajo palos. La ineficacia ofensiva recreativista dio fuerzas al Hércules. Cada vez más asentado frente a un rival que no supo como meterle mano, los locales salvaron sin apuros el primer asalto.

De la noche al día. Menos de diez minutos necesitó tras la reanudación para liquidar el choque. Las prisas que no tuvo en la primera parte se las dio tras el descanso. Primero Morcillo le ganó la partida al lateral derecho alicantino Ortiz para hacer de cabeza el tanto inicial a los cinco minutos. El Recre imprimió un punto más de ritmo a su juego y con eso le bastó para doblegar sin problemas a un oponente al que sus miedos le jugaron una mala pasada en el 53. Cuando los equipos no están aparecen los errores inoportunos. Un golpeo de Montoro desde la frontal se le escurrió a Falcón para sentenciar el choque. No podía ser de otro modo salvo que el Recre se complicase la vida.

De la depresión salió el Hércules aferrado al Decano. Sin fuerzas ni ideas, se encontró con un regalo que no desaprovechó. Entre Cabrero y sus defensores se hicieron un lío. En el tuya o mía de un balón de peligro se coló Eldín para darle alegrar la contienda en el 64.

El tanto estimuló a los alicantinos. Agotaron las fuerzas restantes en un intento por sacar partido al impulso del gol. Sergi Barjuan replicó colocando a Jonathan Valle entre líneas para lanzar el ataque. El Hércules se volcó. Anuló la inferioridad a base de presión. El Decano se centró en el contragolpe. Jonathan Valle tuvo el partido. El cántabro se quedó solo ante el portero y se la picó. Con todo a su favor la mandó fuera en una acción increíble.

Quique Hernández se la jugó con defensa de tres en el último cuarto de hora. Con tantos espacios se encontró el Recre con opciones para matar. No lo hizo. Mantuvo abierto el duelo. Era el momento de dar entrada a Nong. El camerunés se encontró con un choque perfecto para correr al espacio. Y para cerrar atrás, Zamora reforzó el centro. El africano la tuvo a pase de Valle en el último minuto. Su remate forzado se marchó rozando el palo.

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