Numancia-recreativo

Y en Soria vio la luz (1-2)

  • El Decano gana lejos de Huelva casi siete meses después y sale del descenso de forma provisional. Los albiazules, justos vencedores, fueron de menos a más en el estreno de José Domínguez en el banquillo.

Soria siempre marca el camino. Es una ciudad fetiche para el recreativismo. Alegrías y tristezas, sinsabores y festejos tuvieron en la lejana ciudad castellana. El Recre que pelea por su vida, por su existencia, por una permanencia que vale mucho más que una categoría deportiva no podía elegir mejor destino para cambiar su camino. Llevaba semanas mereciéndolo con Pavón en el banquillo, pero llegó en el estreno de Domínguez. El Decano está muy vivo como lo demostró en Gijón y contra el Betis. El fútbol le debía alguna y en Los Pajaritos comenzó a devolvérselo. Una victoria en Soria para encarar con otros ojos el desenlace final del campeonato. En el césped donde firmó su último ascenso, donde prácticamente se despidió de la Primera División y donde dio comienzo aquello que luego llegó a ser la recremanía puso la primera piedra para su recremontada hacia la salvación. 

José Dominguez sólo hizo un cambio no esperado. Dio entrada a Braulio por Caye Quintana en el once inicial. El resto del once fue el esperado aunque no así la disposición. Con respecto a las semanas anteriores varió ligeramente el dibujo con Manu Molina como doble pivote junto a Jesús Vázquez y Antón como enganche. Le costó al equipo entrar en el choque. Cuando lo hizo se adueñó de él.

El Numancia tiene recursos que no por conocidos dejan de generar problemas a sus rivales. Cualquier equipo trata de evitar siempre las faltas laterales y las acciones a balón parado que permitan a Julio Álvarez sacar provecho de su golpeo. Dos faltas laterales, un saque de esquina y una cartulina amarilla en poco más de cinco minutos fue la tarjeta de presentación recreativista en el Nuevo Los Pajaritos. Respondió al cuarto de hora el Decano. Braulio peleó un balón en la frontal en el 17 y su golpeo se marchó algo desviado. Acto seguido concedió una nueva falta lateral el conjunto onubense. Como si no conociese el potencial de su oponente. Julio Álvarez ejecutó como suele y Sergi Enrich cazó el cuero como acostumbra en el 19. De esa acción vive el Numancia. El Recre fue otra víctima más. 

 

Con la desventaja en el marcador el Recre se desorientó. No supo si salir o esperar, si mantener la dinámica del comienzo o asumir un mayor peso en el encuentro. En la indefinición del rival se encontró cómodo el Numancia, que a base de intensidad, brega y luchar balones divididos generó problemas a los albiazules. Tuvo algo más la pelota el Decano en el tramo final de la primera parte, aunque demasiado lejos de la zona de peligro. Fue entonces cuando comenzó a entrar tímidamente por las bandas, algo que en la media hora inicial ni amagó con lograr. A balón parado tuvo un par de aproximaciones sin éxito con Menosse. 

 

Pudo sentenciar el Numancia poco antes del descanso. Un error de Menosse sacando el balón provocó una rápida combinación con apoyo en Enrich que habilitó a Juanma. El soriano se plantó ante Rubén Gálvez y la mandó fuera rozando el palo. Sin capacidad para generar fútbol y con el susto en el cuerpo fue una genialidad de Pedro Ríos la sacó al Decano del atasco y lo devolvió al partido. El jerezano vio al portero soriano adelantado y lejos de conducir una contra se sacó un zapatazo desde más de 40 metros soberbio para igualar el choque. De la sentencia a la oportunidad en apenas un minuto.

 

Domínguez reajustó sus piezas. El Recre fue mejor en el segundo tramo. Desde el inicio lo fue, más allá de lo que luego sucedió en el marcador. Quiso más la pelota, fue más protagonista y anuló a los sorianos más alejados de su campo. Los albiazules demostraron que no iban a conformarse con el empate. El punto era poco premio. 

Iba a por el botín completo. Ni iba a ser cómodo ni fácil porque el Numancia vendió muy cara su derrota.

 

El técnico hizo cambios para ir por el duelo. Se dio cuenta pronto de la mejora de su conjunto y decidió que era el momento. Con Caye Quintana el Decano ganó en pegada y profundidad, mientras que Braulio asumió un papel de acompañante ideal. El premio merecido y buscado llegó a falta de doce minutos. El Recre hizo mucho daño al Numancia con esas transiciones que tanto peligro provocan en un campo como Los Pajaritos. Braulio brindó el pase al espacio para que Caye Quintana resolviese con calidad cruzando el cuero. Desde octubre no ganaba fuera de casa. No se iba a escapar. 

 

El Numancia apretó en los últimos compases. Sufrió mucho el Decano. Apretó los dientes y se defendió con el alma en la sucesión de acciones a balón parado con las que los sorianos acosaron a los albiazules. Y ganó.

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