Recreativo-Alavés · la crónica

Sólo le faltó el gol (0-0)

  • El Decano mantiene su puerta a cero por primera vez después de catorce jornadas. El conjunto albiazul fue de menos a más en un encuentro en el que las defensas se impusieron a los ataques.

Y ya si hubiera marcado... Es lo que le faltó al Recre frente al Alavés. Casi nada. Hizo el Decano un partido con varios elementos positivos, a los que aferrarse y en los que encontrar por primera vez en varias semanas hilos sobre los que construir la esperanza, pero le faltó la suerte suprema, la que da puntos cambia el sentido de los partidos inciertos. El gol sigue siendo la asignatura pendiente recreativista, pero en medio de la sangría que lo azota fue al menos capaz de taponar la hemorragia en su puerta y prácticamente no sufrir en 90 minutos. Tal y como está el enfermo, no es para despreciar el punto logrado.

Oltra hizo buena la famosa frase de Einstein. Salió del empecinamiento. Las jornadas demostraron que el camino emprendido no iba a ningún lado. Optó por no hacer siempre lo mismo para obtener diferente resultado. A veces es necesario verse con el agua al cuello para arriesgar y abandonar el conservadurismo en las acciones. Dejó a Sotres en el banquillo después de su horroroso partido en Zaragoza y dio entrada a Caye Quintana y Antonio Domínguez en ataque. Aire fresco para sacar del atasco ofensivo al equipo. Pedro Ríos se instaló en la mediapunta y Víctor Díaz regresó a su posición natural en la derecha para dotar de más profundidad al ataque. Quizá sorprendió más al ausencia de Juanan. No tanto la de Córcoles como central, aunque sí el sacrificado para el cambio.

No fue un partido atractivo. Tampoco anda el Decano como para exigirle florituras. Debe crecer, hacerse fuerte, comenzar a consolidar de nuevo una idea de juego y luego ir paso a paso recuperando el terreno perdido. En esencia lo que ofreció en 90 minutos contra el Alavés trasladado a toda una segunda vuelta.

Los vitorianos asumieron pocos riesgos. Puntuar fuera de casa para un equipo que pelea por la permanencia es un botín interesante, ganar ya es todo un logro. Con esa premisa los vascos trataron inicialmente de no cometer errores ni conceder oportunidades a su oponente.

Con tantas precauciones como tomó Alberto López fue complicado ver a los visitantes rondar el área del tranquilo Rubén Gálvez. El problema onubense no fue de iniciativa ni de voluntad. Si algo tiene este Decano es compromiso. Las cosas saldrán mejor o peor, pero su afición puede estar tranquila en ese aspecto. Posiblemente si no fuera así ya se habría roto por completo el equipo con tantos elementos en contra. El principal hándicap del Recre ayer fue una vez más su escasa capacidad para generar fútbol. Crea muy poco, mantiene el orden, pelea y plantea la batalla, pero cuando se trata de tomar la iniciativa o de dar un paso al frente semanalmente se le ven las costuras. Es indudable que los números de sus delanteros no son nada buenos, pero realmente sus atacantes ni siquiera tienen la oportunidad de fallar ocasiones porque estas llegan a cuentagotas.

De las precauciones alavesas y la falta de fútbol local sobrevino una primera mitad bastante sosa y anodina, en la que la voluntad de los canteranos Caye Quintana y Antonio Domínguez no fue capaz de paliar el atasco. Surgió de nuevo la duda entre falta de capacidad para generar más o bloqueo general. Sin tirar a puerta resultado complicado romper un marcador inicial. El empate sin goles al descanso fue la consecuencia lógica y directa de todo ello.

Fue de menos a más. Con el paso de los minutos el Recre adquirió confianza, se fue sintiendo cómodo y trató de ganar metros en el campo del rival. Antonio Domínguez firmó un cuarto de hora más que interesante tras el descanso, pero fue una víctima de las circunstancias. El canterano dejó su sitio en el campo a Rubén Mesa para habilitar su ficha amateur. El cambio permitió a Oltra pasar a jugar con dos puntas. Hasta el minuto 67 no llegó el primero tiro a puerta de la tarde. Poco después, en el 75, tuvo Rubén Mesa la ocasión más clara del encuentro. El pacense se la fabricó solo y su golpeo lo despejó Manu a córner.

Braulio regresó al Nuevo Colombino. El canario tuvo diez minutos. No goza de la simpatía de las gradas. No ha hecho méritos para lo contrario, pero tampoco el Recre puede permitirse en estos momentos dejar fuera a un remero cuando su objetivo es llegar a la orilla a cualquier precio. Los necesita a todos, cuantos más brazos tenga para la causa, mejor. Recuperado de la crispación inicial, demostró con pocos detalles que si se implica es de largo el mejor delantero que tiene la plantilla. Debe querer y poner de su parte. No puede encontrar mejor fichaje invernal el Recreativo en estos momentos. La pelota está en su tejado. Ahora le toca responder,

El Alavés inquietó poco en ataque a los recreativistas. Los vitorianos se acercaron con timidez a la meta de Rubén Gálvez, quien encontró en el central Diego Jiménez a su particular ángel de la guardia a un minuto para el final del duelo. Una contra de Sangalli la abortó el zamorano en un corte de lujo. Habría sido tan injusto como cruel no sumar al menos un punto. Y pudieron ser dos más, pero para ello al Recre de ayer sólo le faltó el gol.

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