Atletismo l Mundial de Berlín

Siempre a punto en el momento precisoMartarescata a España

  • Marta Domínguez se proclama campeona del mundo de los 3.000 metros obstáculos y acaba con la sequía nacional de oros en un Mundial, que se extendía desde Sevilla 99 · La palentina derrotó a las rusas y se resarció de su caída en Pekín

Marta Domínguez clausuró en Berlín, con su victoria en la final de 3.000 metros obstáculos, diez años de sequía para el atletismo español, que no conocía la victoria en los campeonatos del mundo desde que Abel Antón y Niurka Montalvo ganaron en Sevilla 99 los títulos de maratón y longitud.

Rusia, primera potencia de la especialidad, hubo de conformarse con la plata de Yuliya Zarudneva y el bronce fue para la keniana Milcah Chemos Cheywa, mientras que la campeona olímpica y plusmarquista mundial, Gunara Galkina, se quedó a las puertas del podio. Marta tenía la mejor marca mundial del año (9.09,39) y todavía rebajó en dos segundos su récord de España para aplastar a las rusas con un tiempo de 9.07,32 después de disfrutar de su victoria con cuarenta metros de antelación.

Las dos rusas, como había previsto Marta, salieron tirando en cabeza. Galkina pasó el primer kilómetro en 3.01,26 y las dos se quedaron arriba con la española y la keniana Gladys Jerotich Kipkemei, pero después permitieron que entraran por detrás. La carrera de las 28 vallas y siete rías consumió su segundo kilómetro en 6.06,45, con siete atletas en el grupo delantero. A la última vuelta llegó Domínguez entre las dos rusas, y las batió con una insultante facilidad.

Domínguez, que debutó en un Mundial corriendo 1.500 en Gotemburgo 95 y después participó cuatro veces en 5.000, ha logrado en Berlín la cima de su carrera deportiva en una especialidad que ha entrenado sólo hace un año.

Galkina, única atleta del mundo que ha bajado de los nueve minutos, sólo había perdido una gran final, la de los Mundiales de Osaka 2007 frente a su compatriota Yekaterina Volkova, que aquí en Berlín fue eliminada en las series.

La palentina ha trabajado mucho el paso de los obstáculos y especialmente de la ría, su gran debilidad técnica el año pasado. La final olímpica del pasado año en Pekín le costó un buen batacazo en la última vuelta, cuando tropezó en la penúltima valla en plena lucha por las medallas en la última vuelta. Este año confiesa que ha mejorado bastante en el aspecto técnico, y sus marcas lo atestiguan.

Domínguez, que ha sido también dos veces campeona de Europa de 5.000, una de 3.000 en pista cubierta, y otra de cross, ha encontrado nueva motivación en la especialidad de obstáculos para alargar su impresionante carrera.

La otra noticia feliz la protagonizó Mayte Martínez, medallista de bronce en los Mundiales de Osaka 2007, que se clasificó por cuarta vez consecutiva para la final de 800 metros. Fue tercera en su serie con 1.59,72.

Exactamente un año después de que el 17 de agosto del 2008 en Pekín tropezara con el penúltimo obstáculo y se fuera al suelo en plena final olímpica, Marta Domínguez se volvió a salir con la suya. "Esta caída me va a hacer más fuerte para seguir", aseguró la palentina en Pekín tras su doloroso batacazo.

Si su calidad de atleta es patente, nadie en su sano juicio puede poner en duda su garra y su capacidad de lucha, acreditada en las pistas de medio mundo a lo largo de 16 años de coleccionar medallas. Desde que en 1993 logró en San Sebastián el título europeo júnior de 1.500 metros, Marta ha exhibido una rara capacidad para estar siempre a punto en el momento preciso de la cita principal del año. Si alguna vez ha llegado un poco baja de forma, ha renunciado a la selección.

Los Juegos es la única competición en la que las medallas aún se le resisten. Su única final, en tres ediciones, fue la de obstáculos en Pekín (en Atlanta 96 cayó en series de 1.500 y Sidney 2000 en las de 5.000), pero aún no descarta llegar hasta Londres 2012, cuando tenga 35 años, tal vez en el maratón.

Los Mundiales, por el contrario, se le han dado bien. Los de Berlín son los sextos para la palentina, que ha ganado dos medallas de plata en 5.000 (Edmonton 2001 y París 2003) y ha estado en otras dos finales (novena en Sevilla 99 y decimocuarta en Helsinki 2005, ambas en 5.000).

A lo largo de su dilatada carrera Marta Domínguez ha ido encontrando motivación en el cambio de distancia y de especialidad, compitiendo con éxito en distancias comprendidas entre los 1.500 y el medio maratón. Su paso a los 3.000 m. obstáculos parecía una apuesta dudosa, pero ya en Pekín, con apenas un año de entrenamiento, demostró que podía estar arriba con las mejores.

En 1994 fue plata en los Mundiales júnior de Lisboa. En aquella carrera empezó a lucir en la cabeza la ahora famosa cinta que le había regalado poco antes su abuela. Aún la lleva y es su amuleto.

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