La posición que ocupan los equipos en la clasificación, sea cual sea la categoría en la que limiten, suele ser en la gran mayoría de las ocasiones un reflejo de lo que cada equipo es capaz de hacer en su respectiva competición. Así, era de esperar el pobre espectáculo que ofrecieron San Roque de Lepe B y Moguer en la tarde-noche de ayer con la consecuencia lógica del empate sin goles

Se enfrentaban dos equipos en zona de descenso, aunque el Moguer llegaba a esta cita tras romper la semana pasada con su victoria sobre el Cruceño una racha de seis jornadas sin sumar de tres en tres. Por su parte, el filial aurinegro venía de encadenar cuatro derrotas consecutivas en sus últimos partidos.

El desarrollo del juego durante los primeros cuarenta y cinco minutos no hizo más que confirmar los antecedentes y la clasificación de ambos conjuntos. Los únicos beneficiados de esta circunstancia fueron los porteros que no vieron peligrar sus porterías.

Los acercamientos sobre cualquiera de las dos áreas llegaron siempre en jugadas a balón parado, aunque sin acierto por parte de ninguno a la hora del remate. Eso sí, el dominio territorial a partir de la media hora de partido estuvo en poder del Moguer.

La expulsión por doble amarilla del moguereño Kike nada más comenzar la segunda mitad parecía decantar el partido para el lado lepero, pero las carreras contra el mundo de Álvaro Pereira buscando hacer daño a la zaga visitante no acababan de encontrar acompañante que pudiesen rematar alguna de estas incursiones. La única vez que el mediapunta aurinegro consiguió conectar con un compañero se encontró con el acierto de Lobo que le arrebató el balón a Juan Carlos cuando se internaba en el área.

Más peligro tuvieron las llegadas del Moguer, sobre todo dos remates consecutivos de Caro mediada la segunda mitad entrando por la derecha que Ferriol se quitó de encima como pudo.