Golpeó tres veces, pero podría haberlo hecho otras tantas. De haber participado más a lo largo de la temporada, quizá la salvación la hubieran traído los Reyes Magos. Lástima que las lesionen no respetaron a Samu. El 10 de la Olímpica se pegó un festín en la última cena y se bastó para desbaratar a un Chiclana Industrial que nunca bajó los brazos.

A los 20 segundos ya ganaban los de José Santizo. Samu probó suerte desde su casa y el portero gaditano, amable en la mañana de ayer, le abrió las puertas de la suya. No así en el segundo, en el que tiró la puerta abajo con un gol olímpico al filo del descanso. Los chiclaneros, ya descendidos, quisieron salvar el orgullo y se encomendaron al otro 10 del encuentro, Sergio, que no vendió barato el MVP. Regaló el empate a uno al cuarto de hora y anotó el empate a dos, mediado el segundo asalto.

En mitad de la lucha de ambos dieces, destacar la entrega de Manuel del Valle, titular por méritos propios; un par de intervenciones de Nacho, como si aún fuese un chaval; el recital de Luis Zambrano, dueño y señor de la medular; y los minutos de los que disfrutaron Alberto y Manuel Arrayás, ambos de la casa. El que no estuvo fue Ibrahima, pregúntense por qué.

El partido acabó como empezó, con otro gol de Samu, el definitivo 3-2, para llevarse el balón y los tres puntos. Así, la Olímpica acaba la temporada 7ª. Después tres entrenadores, una larga lista de altas y bajas y mil y una historias para no dormir, nos aferraremos al refranero popular para despedir la temporada con un nostálgico bien está lo que bien acaba.