El Athletic ha hecho lo posible para que Armando no haga declaraciones públicas después de la agresión sufrida el sábado, pero el cancerbero de Sopelana ha estado en contacto con algunos de los muchos amigos que ha dejado en el Cádiz. Una de las primeras personas que habló con el portero incluso dentro del vestuario del Ruiz de Lopera fue Ángel Férez, ex compañero de Armando en el club amarillo y entrenador de porteros del club. Férez ha conversado telefónicamente en varias ocasiones con él en las últimas horas y lo encuentra bastante preocupado, aunque consciente de que, en el fondo, incluso ha tenido algo de suerte.

"Está siendo un momento muy delicado para él. Lo peor fue la noche del sábado porque no veía por su ojo derecho, algo muy alarmante para cualquier persona y más para deportista profesional, portero para más inri. Afortunadamente, la evolución está siendo buena en las últimas horas y, aunque sigue viendo algo borroso, las sensaciones son mejores. Dentro de lo malo, se puede decir que ha tenido suerte porque de haberle dado un poco más arriba podría haber perdido el ojo. Él tiene todavía el susto en el cuerpo, pero sobre todo lamenta que esto le vaya a cortar la buena trayectoria que llevaba en el Athletic desde que llegó".

Comenta el ex portero cadista que Armando tiene claro que "por culpa de un energúmeno o un loco se pudo quedar tuerto, pero no quiere darle más vueltas al asunto. Lamenta que esté así por algo que no ha sido un lance del juego, sino una circunstancia externo, lo que provoca más impotencia. Ahora entre todos los que le queremos tenemos que transmitirle tranquilidad porque no pasa nada si se pierde un partido. Lo negativo sería que se le formara una hemorragia en el ojo por querer entrenarse antes de la cuenta". Férez añade que los porteros están muy desprotegidos y recuerda que él llegó a ser agredido con "una silla de caseta de Feria en Alzira jugando en Segunda A. Pasan cosas increíbles".