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Rota - Cartaya (1-0): Una expulsión al filo del descanso condena al equipo rojinegro

  • El equipo de Amate no aprovechó su dominio abrumador del principio

  • Carlos marcó en el 85' cuando los dos firmaban el empate

Un momento del encuentro entre el Rota y el Ayamonte.

Un momento del encuentro entre el Rota y el Ayamonte. / M. Camacho

El Cartaya se ha instalado en la crueldad de forma extraordinariamente peligrosa. Todo comenzó en los minutos de añadido en el partido ante el Ceuta y en Rota, cuando todo parecía que el control era evidente, con un jugador menos, en el 85 de juego, encajó el gol que le costó la derrota. Es cierto que no tiene nada que ver un partido con el otro, ni tan siquiera se perecieron las circunstancias. Pero al final, que es lo que cuenta, perdió cuando hasta llegar a ese punto superó todas las pruebas de supervivencia que se le exige al hombre para poder decir que está preparado para la vida.

El partido arrancó con el conjunto de Amate mandando en todos los conceptos que componen un partido. En el tempo, en el control de la pelota y los espacios y amedrentando a un rival que cumplió el guion que manifestó su entrenador en los prolegómenos: “me gusta el fútbol de vértigo, el vertical, buscar la portería contraria con celeridad”. Dicho y hecho pero sin continuidad porque mandaba el Cartaya en toda la extensión de la frase.

Amate, ante las ausencias de dos laterales largos, de vocación ofensiva como son los casos de Manuel y Novoa, ambos lesionados, aplicó el libro en la medular para sembrar la zona ancha de jugones, que mitigaran los vuelos por los costados. Así, Lolo, Miguel Fernández, Juanma Galán, Ponce y Rubén Cabeza cogieron los mandos del movimiento y se pusieron a jugar, con el Rota persiguiendo sombras los primeros 35 minutos. En esa fase, destacó la finura de Juanma Galán, provocador de conatos de incendios en al área rival que no acabaron en gol porque faltó la definición, el arte de matar.

Hubo un detalle, y todos miraron a Pepe, en el que el lateral se quedó parado cuando debió correr, algo insólito en él, y la tuvo el Rota en lo que supuso el primer acercamiento de los locales. La presencia de Marco Montaño delante del delantero le fundió los plomos al atacante, que solo ante el marco la tiró fuera.

Fue un aviso y por lo que se pudo comprobar después, el inicio de la tortura. Porque poco más tarde, una incomprensible entrada, a la altura de banquillos del conjunto local, de Ponce sobre Luis Lara, la otra pesadilla rojinegra, supuso la roja directa para el centrocampista. Nadie dijo ni mu. No tenía explicación la acción en directo y no la tiene horas más tarde de concluir el partido. El caso es que la acción lo condicionó todo, hasta el punto de costarle la derrota al Cartaya.

Amate recompuso el equipo en el inicio de la segunda parte y metió a Mario por Fran Palma. Al centrocampista se le nota que no está a tope y de hecho acabó tocado. Necesita tiempo y partidos en la cuesta abajo, no de subir rampas del 15%. En fin. Entendemos que había otras alternativas.

El caso es que el Rota olió la sangre y se tiró a por el partido como si no hubiera un mañana. Luis Lara mediante, se puso a acumular ocasiones de gol, a cada cual más claras pero lo locales no contaban con un héroe. Marco Montaño, que debutaba, las paraba todas. Por arriba, por abajo, cayendo al lado contrario de la dirección de la pelota. Fue una exhibición, algo sublime. Todos le miraban. Desde la grada a los contrarios pasando por los compañeros. Paraba lo imposible de parar. Y todo eso llegó al punto que rozando el minuto 85, el Rota, viendo que no podía, se conformaba con el empate. En esa idea, el Cartaya firmaba también debajo.

Pero llegó un centro que buscó en el remate Carlos y la fundió en la red. La tocó Marco y le faltó un milímetro para sacarla, de hecho, la tocó. Pero no pudo. Hubiera sido el milagro definitivo. Y entonces lo hubieran tenido que sacar en procesión.

Fue una derrota dura por todo lo que rodeó el desarrollo del partido. Al Cartaya no se le pasaba por la cabeza perder y perdió porque a uno de los mejores se le fue la cabeza y la pierna y contribuyó a la penalización máxima. Otra lección para el aprendizaje. Lo malo de esto es que de lección en lección, el Cartaya se ha dejado cuatro puntos. Y esos puntos son precisamente los que hacen falta para cumplir el objetivo.

Ficha técnica

Rota: Alvarado, Gómez, David Vidal, Carlos, Pendín (del Río), Heredia, Luís Lara, Legupin (Fran Jiménez), Zafra (Juanan), Copero (Orihuela), Juanlu.

Cartaya: Marco Montaño, Kike Llamas, Francis Ruíz, Antonio Ponce, Miguel Fernández (Tavira), Lolo Contreras (Alfie Lucas), Alex Barragán, Juanma Galán (Wojcik), Rubén Cabeza (Antonio Molina), Pepe García, Fran Palma (Mario).

Goles: 1- 0 min. 85 Carlos.

Árbitro: Tejado Gutiérrez del Colegio sevillano. Mostró cartulina amarilla por los visitantes a Lolo, Francis Ruíz y Mario. Y por los locales a Heredia. Expulsó con cartulina roja directa, por los visitantes, a Ponce en el minuto 43.

Incidencias: Estadio Alcalde Navarro Flores. Unos 300 espectadores.

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