La onubense Rocío Espada se ha mostrado “preocupada” por la evolución de la lesión de hombro que arrastra, tras una caída en bicicleta el pasado enero, y su recuperación para participar con garantías en la especialidad de cross del Mundial de Triatlón que se disputará a finales del próximo abril en Pontevedra. La deportista disputó su primera prueba del año el pasado fin de semana en Tomares, en el Duatlón Cross de esta localidad sevillana, y reconoció que, pese al triunfo en esa prueba, no se encuentra “muy allá”. Rocío Espada indicó que en el momento que mete “algo de intensidad” en los entrenamientos en la especialidad de natación “el dolor es brutal”, por lo que en estas fechas hace lo que puede para no perder la forma.

“La lesión me limita bastante, pero es lo que hay, son cosas que pasan”, expuso resignada la deportista del club Simón Verde, quien agregó que “una caída es lo más común, pero ésta fue demasiado”. No obstante, tanto en las disciplinas de ciclismo como de atletismo entrena a un fuerte ritmo pero que la merma física le hace estar “muy cansada”.

Para la triatleta, en estas fechas el Mundial de Pontevedra es “una experiencia” en la que tratará “de dar lo mejor”, ya que no puede tener expectativas más concretas visto que ahora mismo en la natación “no puedo dar más”, comentó.

La onubense acarició el podio el año pasado en el Europeo de duatlón cross celebrado en Ibiza

Rocío España también hizo balance de la pasada temporada, que calificó como “enorme”, con seis títulos y rozando el podio europeo de duatlón cross en Ibiza, por lo que no quiere entrar en comparaciones de estados de forma a estas alturas y menos con su actual merma física.

“Yo creo que es difícil mejorar el año pasado, pero estoy entrenando duro para conseguirlo”, aseguró la triatleta, que el próximo 6 de abril volverá a probarse en el Triatlón de Almuñécar (Granada) y el día 13 de ese mes participará en la última competición antes de ir al Mundial, en el Duatlón que se celebrará en Almonaster la Real.