Un buen equipo. Al menos esbozó ser un buen conjunto, que sabía a lo que jugaba y con el que se podía contar para alimentar fundadas ilusiones de sobrevivir en la máxima categoría del fútbol español. Y así fue. El Recreativo de Huelva completó una esperanzadora pretemporada, que tuvo su confirmación en el arranque liguero con un triunfo en el Ruiz de Lopera ante el Real Betis, al que derrotó con un gol del entonces prometedor Adrián Colunga.

El Recre transmitió muy buenas sensaciones en los partidos de preparación. Especialmente en los que se vio las caras con equipos de Primera o de Segunda División, que fueron cuatro -los dos del Trofeo Colombino ante el Málaga y el Athletic de Bilbao, uno más ante el cuadro costasoleño en Motril y el último en Córdoba-. Fue un equipo que dejó su sello, con un esquema de juego definido y que gustó en líneas generales a una afición que aún estaba bajo los efectos del enorme sufrimiento de la pasada campaña, y que confiaba en que este año el equipo le podía deparar mayores alegrías.

Era una apuesta sólida, refrendada por lo que se veía en el terreno de juego, donde los jugadores albiazules daban la sensación de poder pelear de igual a igual con otros equipos por la permanencia. Es más, se llegó a comentar que el Recre tenía mejor plantilla que en la temporada anterior.

El técnico Manolo Zambrano apostó por un sistema de juego (1-4-4-2), que podía agradar más o menos, pero que era válido para la plantilla que disponía y que quedó patente en esos encuentros, sobre todo en el del Betis, que significó un importante espaldarazo para todo el trabajo realizado en los meses de julio y de agosto.

Se vio un equipo con ganas, con garra, que peleaba y que, en momentos determinados, hasta tenía un punto de calidad arriba que ilusionó a todo el mundo.

De esa forma el Recreativo concluyó invicto la temporada, dato anecdótico si se quiere ya que muchos de sus enfrentamientos fueron ante rivales de inferior categoría.

Pero no sólo en la pretemporada se dieron esas buenas sensaciones. En la Liga, en el partido ante el Betis, el Recre mostró sus credenciales para ser un equipo compacto, sólido, con dificultad eso sí para crear mucho fútbol -se optó por no contar con un mediocentro creativo-, pero por lo menos con las armas suficientes como para convertir en peligro sus acercamientos al área rival.

Ante el Espanyol, en el segundo partido de Liga, el Recre fue muy parecido al del Betis, aunque en este partido la moneda salió cruz. Se vio el mismo equipo sólido, que no permitió ocasiones en contra, aunque también hay que decirlo, no las creó. Su derrota, inesperada, cambió el curso de los acontecimientos.