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Del Qarabag a Lyon

  • El Atlético ha pasado en 7 meses de la frustración del empate en casa con el débil equipo azerbaiyano en Champions al entusiasmo de disputar un título

Diego Simeone, en la sesión de trabajo de ayer.

Diego Simeone, en la sesión de trabajo de ayer. / Rodrigo Jimenez / efe

El Atlético ha pasado en siete meses y medio de la frustración del empate en casa con el Qarabag, decisivo para su eliminación de la Liga de Campeones, al entusiasmo que genera la final de la Liga Europa de mañana en Lyon, en un recorrido de diez partidos continentales con una sola derrota.

Desde aquel imprevisto y decepcionante 1-1 del 31 de octubre en el estadio Wanda Metropolitano, en la cuarta jornada de la fase de grupos del máximo torneo continental, del que no quedó eliminado matemáticamente ese día pero sí virtualmente como se confirmó después, pese a ganar 2-0 a la Roma y empatar a uno contra el Chelsea.

El equipo se reinventó y tomó la Liga Europa con la responsabilidad de poder llegar a la final"

Su caída de la Liga de Campeones, un objetivo siempre presente para el Atlético en el último lustro, en el que había llegado al menos a cuartos en las cuatro ocasiones anteriores consecutivas, con dos finales perdidas y una semifinal incluidas, siempre apeado por el Real Madrid, estaba ya casi sentenciada desde el 1-1 con el club azerbaiyano, un rival menor pero clave en la eliminación atlética. La decepción era evidente entonces en el Atlético, tan lejos de las expectativas tan pronto. "A partir del resultado, todo lo que se explique son excusas. Hay que seguir trabajando. Soy el primer responsable de lo que genera el equipo", exponía aquel día Diego Simeone, entrenador rojiblanco, en el estadio Wanda Metropolitano.

"Esto es cosa de todos. Las cosas no salen, en el fútbol he pasado por varias de éstas y hay que poner todos un poquito más, ser autocríticos, no mirar para los lados, sino mirar siempre uno mismo, apoyarnos en los compañeros, en el grupo y que la afición nos apoye", apuntaba entonces el defensa central uruguayo Diego Godín.

"Es el momento de la autocrítica, de levantarse y estar unidos. Si empezamos a tirar balones fuera va a ser el momento en que nos hundamos de verdad", remarcó Gabi Fernández, que incluso llegó a decir: "A día de hoy te diría que la Liga Europa es una mierda, pero me ha dado mucho. Entonces, si nos toca jugarla, iremos a ganarla".

Aquel día, el equipo fue pitado. Y en aquel momento, con quince choques disputados de la temporada, el Atlético sólo había logrado cinco triunfos. El resto de sus marcadores se resumían con nueve empates y con una derrota, ante el Chelsea en la fase de grupos de la Liga de Campeones por 1-2 en el estadio Wanda Metropolitano. Después, ha disputado 41 partidos más en esta temporada (28 triunfos, seis empates y siete derrotas); diez en la competición continental entre la Liga de Campeones, con la citada victoria ante la Roma y el empate con el Chelsea, y la Liga Europa, con una trayectoria firme, sólo alterada por la derrota sufrida en Lisboa.

Es el único borrón del Atlético en la actual edición de este torneo, del que ya fue campeón en 2010 y 2012, este último año ya con Simeone. No sólo por la derrota por 1-0 en el estadio José Alvalade, ni por el riesgo que corrió su pase, encarrilado con el 2-0 de la ida, sino por su horrible primer tiempo, superviviente por Oblak.

Antes, en dieciseisavos con dos triunfos frente al Copenhague (1-4 y 1-0), en octavos con dos victorias rotundas ante el Lokomotiv de Moscú (3-0 y 1-5) y en el partido de ida de cuartos, con el 2-0 al Sporting de Lisboa, y después, con el ejercicio épico y de resistencia del 1-1 en Londres y con el 1-0 al Arsenal en el Wanda Metropolitano, ha sido firme, acorde a su condición de favorito.

En ese camino de ocho partidos hacia el partido decisivo de la Liga Europa, su mejor goleador ha sido el francés Antoine Griezmann, con cuatro dianas y otras tantas asistencias; seguido por Saúl Ñíguez, con tres; por Koke Resurrección, Diego Costa, Kevin Gameiro y Fernando Torres, con dos; y por Ángel Correa y Vitolo, con uno.

Con sólo cuatro goles en contra, no recibió ningún gol en la mitad de esos partidos, en cuatro, y sólo se quedó sin marcar en uno, en la visita al Sporting de Portugal.

"Desde la salida de la Champions, el equipo se reinventó y tomó con responsabilidad y mucha decisión la Liga Europa, compitió hasta hoy muy bien y, obviamente, con la responsabilidad enseguida de que todos imaginaban la posibilidad de que el Atlético de Madrid pueda estar otra vez en esta final", valoró Simeone.

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