Si miramos la clasificación es posible que la vista te confunda. El Puente Genil, uno de los candidatos al protagonismo, ocupa ahora mismo puesto de descenso, algo antinatural en un equipo que en los últimos años siempre ha apuntado al norte. Además, hay que añadir que el Cartaya lleva dos partidos sin ganar y eso le ha acercado peligrosamente a la preocupación, ya que solo suma tres puntos más que su oponente, siete por cuatro los cordobeses. Como ven, y sin temor a equivocaciones, el Puente Genil querrá aprovechar la cita (domingo, 18:30) para despegar de abajo y meter ahí al conjunto onubense.

Es extraño que hablemos en octubre de finales y asuntos varios entremezclados con las necesidades, pero esta liga está así de enrevesada, puesto que todo aquel que no se mueva en la mitad apuntando arriba, genera dudas y desasosiegos. Así de simple.

Apunten también que el Cartaya, de dos vertientes muy cambiantes, es capaz de jugar de sine en casa y de hacerlo encogido fuera. Así ha sido en todas las salidas hasta ahora, incluso en el único partido que ganó, en Rota, donde estuvo tan cerca de ganar como de perder.

Por todo ello, en el hallazgo de la identidad unificada estará la clave para los rojinegros. Si son capaces de equilibrar lo que ofrecen fueran con el enamoramiento de los partidos que juegan en casa, entonces nos pondremos ante un equipo en toda la extensión de la palabra.

Por cierto, la última vez que el Cartaya visitó Puente Genil empató a uno, con gol de Juanma Barba. Ya ha llovido. Después ya no han coincidido en la misma categoría y desde ese punto data el último pleito, que ahora mismo no sirve de mucho porque la vida ha dado muchas vueltas.

Lo sustancial es que el conjunto cordobés no está a gusto porque lo delata la posición en la tabla pero al mismo tiempo causa extrañeza. El partido descubrirá lo que pasa y por ahí se cuela la palabra del Cartaya, que ha debido aprender la lección de lecciones anteriores como visitante.

Luego está la acumulación de cansancio. El entrenador cartayero rotó el otro día ante el Sevilla C y el equipo se gustó, hasta el punto que puso contra las cuerdas a un rival que venía en racha. Pudo ganar cualquiera, pero lo más importante es que el Cartaya se percató de que le puede mirar a la cara al más pintado.

Por esta regla de tres es complicado aventurarse con una alineación y con un sistema. Si el Cartaya juega en función del rival, entonces es posible que vuelva a las dobles parejas por fuera. Si va a por el partido desde el minuto uno, probablemente salga con los jugones y eso supondrá un partido de desnudez absoluta, porque queda claro que el que no puede especular nada es el Puente Genil.

Mario será baja por lesión y por ahí se cuela el primer cambio en la medular. Los otros se posan en Lolo y Wocjik, que no fueron titulares ante el Sevilla. Después está Miguelito, al que se le espera impaciente para que ofrezca su mejor versión.

El partido es la culminación de una semana de las más exigentes del año. Dos partidos, un punto. Ese es el bagaje del Cartaya. Corto, a todas luces. Pero si gana en Puente Genil, entonces redondeará una semana espectacular.