Tyler Honeycutt, que militaba en las filas del Khimki ruso, falleció en Los Ángeles tras resultar abatido por la Policía durante un altercado.

Los hechos ocurrieron después de que las autoridades acudieran a la residencia familiar de los Honeycutt, en respuesta a la llamada de la madre del alero, que alertó a la Policía de que su hijo estaba comportándose de "manera errática", según el periódico Deadspin.

Al llegar al domicilio, Honeycutt comenzó a disparar contra los agentes, que optaron por responder de la misma forma. Cuando cesó el fuego, un equipo de las fuerzas de operaciones especiales entró en la vivienda y confirmó la muerte del jugador.

Las autoridades están llevando a cabo la investigación pertinente y recopilando pruebas para esclarecer qué sucedió exactamente.