Liga adelante

Permanencia con el mono de trabajo (1-0)

  • El Decano vence a un rival muy batallador con un encuentro más práctico que vistoso. La movilidad de Chuli y la entrada de Arana fueron determinantes en un triunfo que prácticamente asegura la salvación.

Era una final. Así definió Sergi Barjuan el encuentro en la previa. Una final de esas que no se juegan, se ganan. El Recre lo hizo. Cumplió las palabras de su entrenador. Se dejó para otras tardes su vertiente más estética. Fue más aguerrido y sobre todo más práctico. Hizo lo que le pidió el encuentro. Se encontró con un rival batallador y le planteó pelea. La permanencia le iba en ello. El Murcia había ganado unos minutos antes. Era una ocasión para no fallar y respirar. Lo hizo. Alcanzó los 48 puntos. El objetivo de la permanencia lo tiene visto para sentencia. Todo ello en el mes de abril. No será una temporada histórica, pero cuanto menos es para valorar la comodidad con la que finalmente logrará su meta inicial el conjunto recreativista.

El dominio fue infructuoso durante 45 minutos. El Decano tuvo la pelota y el control de la situación, pero generó muy poca intranquilidad. El Guadalajara se defendió con orden y trató de apretar la circulación del esférico albiazul. Esto obligó al Recre a mover lejos del área contraria. Sergi se desgañitó desde la banda pidiendo amplitud en el juego y profundidad por los laterales, pero en contadas ocasiones fueron capaces de superar a sus oponentes.

Los alcarreños no hicieron nada fuera de lo previsto. Juanjo peleándose arriba con todos y Álvaro Antón dándole orden y criterio al centro del campo.

Con las vías por dentro bien cubiertas y el escaso desborde de los extremos, las acciones de peligro recreativista fueron contadas. Berrocal tuvo más faena fuera que dentro del área. Chuli fue de nuevo el más incisivo. Bien lanzado por Jonathan Valle desde la segunda línea, el onubense dispuso de la oportunidad más clara del choque a la media hora. Le ganó en velocidad la partida a su marcador y luego disparó al cuerpo de Razak. Tampoco tuvo fortuna a los 37 minutos cuando disparo centrado y flojo tras revolverse bien.

Fue una presencia constante sin mucho más peligro del Decano. En cambio, el Guadalajara sólo pisó una vez el área albiazul y llevó la angustia a la grada. Cabrero detuvo providencialmente un remate de César. La pizarra alcarreña dejó en evidencia a la zaga onubense, que se salvó por su portero.

Les costó a los onubenses superar el entramado defensivo castellano-manchego. No fue un partido para florituras ni para excesos de cara a la galería. La primera mitad demostró que salvo descomposición del oponente o acierto máximo de los atacantes recreativistas, el choque sería más de mono de trabajo que de tacón y filigrana.

Lo comprendió Sergi y lo entendió en el equipo sobre el terreno de juego. El preparador buscó mayor verticalidad con Arana. Colocó a Chuli en el centro y retiró a Berrocal. La movilidad del máximo goleador del Decano resultó letal. Creó los espacios que no había con sus movimientos, generó ocasiones y llevó al límite a la zaga. Sólo Razak evitó con sus intervenciones que el duelo no cayera antes de lado onubense.

El Guadalajara no se escondió. Buscó a Cabrero y tuvo sus oportunidades. Terrazas no eludió el intercambio de golpes. Retiró a Juanjo para dar refresco al ataque. Terminó el choque con Azkorra y Kepa en la punta. Una clara muestra de su voluntad de luchar por los tres puntos.

El duelo se resolvió en una acción de Arana y Chuli. La movilidad de ambos provocó el desajuste necesario en la zaga alcarreña. Movimiento del onubense y pase al sevillano para superar a Razak. Fue el único tanto de una tarde en la que el marcador debió ser más amplio. Tanto el Decano como el Guadalajara hicieron ocasiones en la segunda mitad para anotar alguno más.

Arana se estrenó como goleador en el 67 del encuentro. Llevaba menos de un cuarto de hora sobre el terreno de juego. Tiempo suficiente para crear problemas. Recuperó la chispa del futbolista de sus primeros encuentros. Tuvo otra clara a falta de diez minutos que Razak mandó a córner con apuros. El meta fue el más destacado de los suyos y el artífice de un marcador corto.

Antes la tuvo el Guadalajara, pero Cabrero estuvo acertado en la acción. Erice se encontró con el aragonés. Tampoco atinó Cristian con todo a su favor para marcar. Fueron las dos aproximaciones más peligrosas de los visitantes.

No se movió más el marcador. Suficiente para los intereses recreativistas. Sergi Barjuan movió sus cartas para contener la renta. Afianzó el centro del campo con Zamora por delante y Morcillo en la zaga. Aligeró de trabajo a Jonathan Valle y lo descolgó con Chuli y Arana, buscando una contra final que no llegó. La entrada de Jesús Rubio fue el último movimiento por contener tres puntos de oro que garantizan la paz.

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