fútbol división de honor

La Palma gana el derbi en Cartaya

  • El conjunto local no aprovechó sus ocasiones mientras los condales, ya libres de todo peligro, estuvieron perfectos en la definición

  • Enganche dialéctico entre los dos entrenadores

El partido prometía emociones fuertes y no defraudó. Llegaba el Cartaya embalado con cuatro victorias seguidas y La Palma afligido, después de la derrota ante la Olímpica Valverdeña. Y lo que es el fútbol. Salieron cambiadas las tornas. Emerge el equipo condal y tendrá que seguir sufriendo el Cartaya hasta el final.

La primera mitad fue del equipo de Limón, presionante y enérgico, hasta robar mil balones y en uno de ellos, a los 13 de la primera mitad, un pase de Pitu lo aprovechó Lolo para marcar el primero. Fue un contragolpe de libro, que finiquitó el centrocampista con la pierna izquierda. Era el fruto de la superioridad local a ese tiempo de juego. Además, el conjunto de Limón tuvo tres ocasiones más para finiquitar el partido. No concretó y eso le iba a pasar una enorme factura en la continuación.

La segunda parte no fue igual, diferente del todo para el Cartaya y también para La Palma. El conjunto local ya no fue el mismo en la presión y en la regularidad, y con el paso de los minutos La Palma fue tomando cuerpo hasta hacerse con el control en la medular y por añadidura con el partido al completo.

Los cambios de Aurelio fueron gloria bendita para los condales, mientras que en el Cartaya fueron inocuos, al contrario de lo que había venido sucediendo con Limón al mando. Llegó un momento que el partido se puso para cualquiera, porque a pesar de no tener el control sobre la pelota, daba la impresión que el Cartaya podía marcar en cualquier arrebato.

Por la otra parte, se avecinaba que La Palma podía empatar. Y sucedió ésto último. Jugada primorosa de los visitantes, triangulación perfecta y Emilio, recién salido al partido, marcó el empate. El gol dejó tocada a la escuadra de Limón, que ni reaccionó ni controló el ímpetu del rival, que ya en el minuto 90 marcó por medio de Cruzado. Como pueden suponer, el gol dejó congelado el Municipal de Cartaya, que enseguida vio el sufrimiento que se acerca, más que la derrota en sí.

Fue una parte para cada uno y en la primera el Cartaya no aprovechó todo lo que tuvo y La Palma sí en la segunda. Así fue el encuentro de dos mitades, con tangana incluida y Limón enganchado a las barbas de Aurelio por algo que determinó el sevillano en el desenlace de la contienda.

La temporada del Cartaya es de sufrimiento puro y así va a terminar la Liga. Se acabó la racha de Limón. Quedan dos partidos no aptos para corazones sensibles. Por su parte, La Palma ya está libre de pecado, justo cuando más afligido estaba. O eso parecía. No le faltó de nada al derbi. Y todo sigue en el aire para el Cartaya. Ahora hará falta temple para manejar lo que se avecina.

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