El Grupo I de la División de Honor sénior regresa este fin de semana a la competición en su jornada 33 después del parón por la Semana Santa. A nivel clasificatorio parece que sólo la Olímpica Valverdeña tiene aún un objetivo que alcanzar, aunque lo cierto es que los de Federico Martínez Gámez cada vez ven más complicado su futuro. El cuadro andevaleño figura actualmente en la posición décimo séptima, que es una de las seis plazas castigadas con el descenso a Primera Andaluza. Los verdiblancos divisan la permanencia a seis puntos, siendo el Rota y Chiclana los dos conjuntos en disposición de ser alcanzados por los valverdeños. Este fin de semana la Olímpica tiene turno viajero y tendrá que desplazarse a Pozoblanco, donde le espera el cuadro cordobés que, si bien está asentado en la mitad de la tabla y no tiene ninguna pretensión más que la de terminar en las mejores condiciones posibles el campeonato, es un equipo con un enorme potencial y muy fuerte cuando actúa como local.

El resto de representantes onubenses prácticamente tienen su futuro resuelto, aunque el Pinzón seguirá luchando hasta que los números le den vida. El cuadro de Mikel Gandarias es penúltimo y está a quince puntos de la permanencia, por lo que seguir con vida es el fin más inmediato de los palermos. Con el choque con el San José suspendido en el descanso por culpa del incendio sufrido en el suministro eléctrico del Municipal de Los Príncipes, los rojinegros viajan a Jerez de la Frontera para medirse al Xerez CD, cuarto clasificado a cinco puntos de la segunda plaza que premia con el ascenso a Tercera División y que actualmente es propiedad del San Fermín de Córdoba.

Con tranquilidad y con posibilidades de disfrutar de lo que resta de campaña están La Palma y Cartaya. Los palmerinos son el cuadro onubense mejor clasificado en la categoría y ha llegado a estas alturas de la competición con opciones de ser dictar sentencia. En esta fecha del campeonato los de Juan Alfaro reciben a un Lora que tiene que luchar todavía por sellar su permanencia. De hecho, los sevillanos son el primer equipo que ocupa los puestos de descenso y todo lo que no sea ganar en el Municipal palmerino les condena con el distanciamiento de la permanencia.

Algo similar le ocurre al Cartaya de Manuel Juan Limón. Los costeros ya han cumplido con sus deberes en el presente curso, pero tienen en su mano ejercer de jueces. Los rojillos reciben esta semana a otro implicado en la lucha por salir de la zona baja, el Chiclana.